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El cultivo de la almendra no para de crecer y se duplica en cinco años

EFE

El interés por el cultivo de la almendra no para de crecer en España por la demanda mundial de este producto y una prueba de ello es que la superficie plantada en Extremadura se ha duplicado los últimos cinco años hasta las alcanzar las 5.160 hectáreas (ha), y aún no ha tocado techo.

La producción ha crecido un 14 % de enero a marzo de este año y se eleva ya a 2.850 toneladas (tn), según el primer avance de 2017 que ha publicado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Sin embargo, el dato se irá multiplicando a medida que comiencen a estar a pleno rendimiento las plantaciones puestas en marcha los últimos años.

El almendro tarda dos años en dar fruto y al principio lo hace con una pequeña producción.

Al cierre de 2016 la superficie plantada en Extremadura era de 5.160 ha -3.311 de secano y el resto de regadío-, concentradas la mayor parte en la provincia de Badajoz -4.481-, pero en producción sólo estaban 3.047 en el conjunto regional.

De estas, 2.446 hectáreas eran de secano y 601 de regadío, por el que se está apostando en las nuevas plantaciones ya que el rendimiento es muy superior, según ha indicado Antonio Pérez el director general de Bioterra, empresa extremeña dedicada al sector, que exporta a 23 países.

Según datos del Ministerio del Agricultura, el rendimiento medio de las plantaciones de regadío fue de 1.987 kilos por hectárea en 2016, mientras que el secano dio 545 kilos.

Pérez habla de “interés” por el cultivo de la almendra pero no de “boom”, aunque considera que en los últimos años ha habido un “desarrollo espectacular”, sobre todo en Extremadura, donde no había mucha tradición, aunque ellos llevan 25 años en el sector.

Primero como Productores de Almendra SAT y desde el 2012 como Bioterra SL, con sede en Corte de Peleas (Badajoz), controlan la producción, transforman y comercializan las almendras de 600 agricultores de 45 municipios extremeños.

De esta empresa dependen 3.000 ha, no todas en producción todavía, y prevé alcanzar las 5.000 tn de cosecha en los próximos años.

Pérez ha indicado que entre los nuevos productores hay de todo, desde nuevos cultivadores, grupos inversores o agricultores que han reconvertido sus terrenos.

Nuevas plantaciones

En los últimos tiempos los grupos Borges y Delaviuda ha aterrizado en Extremadura para poner en marcha nuevas plantaciones.

Pero a pesar del interés que ha despertado los últimos años al no ser un cultivo excedentario y por los interesantes precios, no todo es de color de rosa ya que Pérez ha advertido de que España ha ido perdiendo cuota de mercado mundial a “un ritmo demasiado agresivo”.

Para revertir esta situación, a su juicio, hay que apostar por variedades de calidad y hacer un buen trabajo comercial porque la almendra española, ha aseverado, es mejor que la de California.

En este sentido, ha señalado que Bioterra, con una producción cien por cien ecológica, está invirtiendo mucho en marca, en entrar en nuevos mercados y en desarrollar nuevas referencias.

Cuenta ya con 45 productos, el último de ellos el aceite de almendra.

Las 57 variedades de almendros que tiene España, que da lugar a diferentes tamaños y gustos, complican la comercialización, según Pérez, dado que los competidores tienen solo cinco o seis, lo que aclara las cosas al consumidor.

En el campo de experimentación de Bioterra están trabajando con diez variedades nuevas que son autofertiles, monovarietales y de maduración tardía -se retrasa la floración a marzo- para evitar el riesgo de helada y asegurar la cosecha.

En función de cómo se comportan, aconsejan a los agricultores qué variedad es mejor para secano, regadío o en función de la altura del terreno, con el fin de obtener los rendimientos más elevados.

También se garantiza que sean cien por cien dulces, otro problema que según Pérez España tiene en el mercado.

El interés por el cultivo de la almendra no para de crecer en España por la demanda mundial de este producto y una prueba de ello es que la superficie plantada en Extremadura se ha duplicado los últimos cinco años hasta las alcanzar las 5.160 hectáreas (ha), y aún no ha tocado techo.

La producción ha crecido un 14 % de enero a marzo de este año y se eleva ya a 2.850 toneladas (tn), según el primer avance de 2017 que ha publicado el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.