Abrimos una nueva ventana a la información de Extremadura. Nos asomamos a la actividad en torno a un sector como el agrario que representa en torno al 6% del PIB regional.
Cooperativismo, innovación, producción ganadera, agroindustria, turismo rural, seguros agrarios... Toda la información del sector en esta nueva sección que coordinará Juan Carlos Antequera, un profesional de la economía del campo con experiencia en diversos ámbitos.
Extremadura con una reducción del 22,46% respecto a 2014, es la región donde se estima mayor disminución porcentual de España en la producción de cereales de 2015. Este porcentaje se desglosa en un 27,56% de bajada en la producción de cereales de invierno y del 17,61% en el maíz.
Las razones de ese decremento son distintas: mientras la primera responde a la escasez de precipitaciones y a las altas temperaturas (especialmente las producidas en mayo que afectaron muy negativamente al llenado de granos), la segunda responde a la falta de rentabilidad en campañas anteriores y al incremento en la superficie de tomate.
Estos datos provienen de la tercera estimación de cosecha que acaba de realizar Cooperativas Agroalimentarias. En ellos se recoge que a escala nacional prácticamente no hay variación respecto a la campaña pasada en cereales de invierno (una reducción del 0,21%, con un total de 14,5 millones de tm), y se estima una bajada del 8,59% en la producción de maíz (4,2 millones de tm).
En nuestra región la peor parte en esta situación se la ha llevado el trigo blando con bajada de la producción de casi el 45%, seguida por triticales con una reducción cercana al 23%, avenas con el 11,48% y cebadas con el 10,36%.
En resumen, mal año según Cooperativas Agroalimentarias que cifran la producción extremeña de cereales de invierno en algo más de 493.000 tm y de maíz en 590.000 tm (un 3,39% y un 13,78% sobre el total nacional respectivamente).
Extremadura con una reducción del 22,46% respecto a 2014, es la región donde se estima mayor disminución porcentual de España en la producción de cereales de 2015. Este porcentaje se desglosa en un 27,56% de bajada en la producción de cereales de invierno y del 17,61% en el maíz.
Las razones de ese decremento son distintas: mientras la primera responde a la escasez de precipitaciones y a las altas temperaturas (especialmente las producidas en mayo que afectaron muy negativamente al llenado de granos), la segunda responde a la falta de rentabilidad en campañas anteriores y al incremento en la superficie de tomate.