Extremadura recibirá 66,7 millones euros de la Política Agraria Comunitaria (PAC) en los próximos cinco años para el apartado de producción integrada, de los que 37,3 millones son para la producción distinta de tabaco y 29,4 millones para la de tabaco.
El director general de Política Agraria Comunitaria, Javier Gonzalo, que ha comparecido en la Asamblea de Extremadura, ha valorado la operación, una vez conocidos los datos finales FEADER, y ha resaltado que Extremadura es la comunidad con más superficie de producción integrada y con más importe programado.
Según ha informado la Junta, los beneficiarios serán los agricultoras o grupos de agricultores titulares de explotaciones agrarias y otras personas que suscriban voluntariamente compromisos de gestión beneficiosos para alcanzar los objetivos específicos.
El importe asignado para el período de cinco años será de 7,4 millones de euros al año, que supone el 4,82 por ciento del total del Plan Estratégico para Extremadura para la producción integrada distinta del tabaco, y un importe asignado por anualidad de 5,8 millones para la producción integrada del tabaco.
Entre los cultivos que podrán acceder a dicha intervención, según ha señalado Gonzalo, se encuentran el olivar tradicional, frutales, arroz y tomate, así como el tabaco, cuya gestión de la ayuda a la vez queda simplificada.
Asimismo, se mantienen los mismos requisitos de admisibilidad establecidos para el actual programa operativo, dando mayor flexibilidad al poder elegir entre arroz y tomate, en herbáceos, y entre frutales y olivar, en leñosos, pasando de siete líneas de actuación a tres.
En cuanto al importe de la ayuda a la producción integrada, Gonzalo ha estimado que viene a ser la media de las primas actuales e incluso se incrementa para la producción integrada de tomate.
En relación al tabaco, se incluyen compromisos que ahondan en el carácter medioambiental de la ayuda como el establecimiento de cubiertas invernales que impliquen el tratamiento con vegetales con acción fitosanitaria al menos tres veces en el periodo de compromiso de los cinco años, por un periodo mínimo de dos meses, y en una superficie que suponga al menos el 80 % de la comprometida en cada uno de los años.
También se utilizará biomasa para la fase del curado del tabaco, se harán análisis físico-químico del suelo en cada una de las anualidades de compromiso, que servirá de referencia para el programa de abonado, se dispondrá de software de control de riego y se establecerá una rotación obligatoria del 25 % de la superficie de tabaco comprometida en los 5 años, entre otras cuestiones.