La Junta de Extremadura recomendará a los ganaderos la vacunación voluntaria contra de la lengua azul y facilitará de forma gratuita los viales necesarios de los cuatro serotipos (1, 3, 4 y 8) presentes ahora sobre todo en la cabaña ovina de la región, aunque esta enfermedad, que no tiene ninguna repercusión en el consumo de la carne, afecta también al vacuno.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, se ha reunido este jueves con representantes de las organizaciones agrarias y de Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura para informarles de los cambios acordados ayer por el Ministerio y las comunidades autónomas en el Comité Rasve.
Morán ha recordado que aunque desde el pasado 15 de diciembre Extremadura es zona estacionalmente libre frente al virus, no se ha dejado de trabajar ni se ha bajado la guardia. Se ha felicitado de que en este marco se haya podido consensuar, “por fin”, una estrategia nacional contra la lengua azul, como demandaba su departamento y el propio sector.
El Comité Rasve, según ha explicado, ha decidido declarar todo el territorio peninsular de España “zona suspendida frente a los serotipos 1, 3, 4 y 8”, lo que significa que la vacuna deja de ser obligatoria y pasa a ser voluntaria y que ya no existe ningún tipo de restricción al movimiento dentro de este espacio. Morán ha especificado que “evidentemente, para todo lo que es exportación, tendremos que estar a los acuerdos y los requisitos que marquen nuestros socios comerciales”.
La consejera ha considerado todo ello “una buena noticia que beneficia a nuestros ganaderos y que, además, atiende a alguna reivindicación histórica que habían hecho”. Ha dejado claro que el hecho de que la vacunación sea ahora voluntaria, “no significa que nosotros no la recomendemos como la única solución posible” frente a la lucha contra el virus de la lengua azul.
Por ello, ha dicho que la Junta dispone ahora mismo de vacunas de los cuatro serotipos y ha precisado que tendrá las reservas necesarias de viales para todos aquellos ganaderos que decidan vacunar y lo hará a través de las oficinas veterinarias, como se hace habitualmente, aunque ha aclarado que será el Ministerio el que marcará todo el protocolo con una nueva orden.
Mercedes Morán ha reconocido, no obstante, a preguntas de los periodistas, que precisamente el problema de la falta de existencias por parte de los laboratorios ha sido uno de los condicionantes que ha llevado al Ministerio y a las comunidades autónomas a la decisión de establecer como voluntaria la vacunación.
Los representantes de las organizaciones agrarias han definido como positivos estos acuerdos a la espera también de conocer los detalles. En ese sentido, el responsable de Ganadería de UPA-UCE, Antonio Prieto, ha dicho que “en principio la propuesta suena bien; hay que ver los entresijos que lleva y qué significa ser voluntario”. Prieto ha considerado necesario conocer la cifra total de animales que han muerto por esta enfermedad, “porque en función de eso las medidas podrán ser de una manera o de otra” y si la Consejería va a disponer de vacunas de todos los serotipos y las repercusiones económicas que la vacunación tendrá en los ganaderos, así como su tiempo de aplicación.
Por su parte, Juan Metidieri, de Apag-Extremadura-Asaja, ha indicado que si la vacunación es gratuita “posiblemente la recomendación que podamos hacer todos es que se vacune” por sanidad animal, además de precisar que la exportación exige obligatoriedad. Metidieri ha considerado esencial conocer también más detalles, además de saber el dinero que llegará finalmente del Fondo de Desarrollo Rural, “porque no podemos decir que esta noticia es muy buena y nos olvidemos de la hecatombe que ha habido desde septiembre hasta diciembre, con todo lo que se ha perdido”.
Por último desde Asaja, Ángel Blanco, ha insistido en que la estrategia nacional es “una buena noticia, que esperemos que se complemente con la contribución económica tanto del Ministerio como de la Junta de Extremadura para que esta vacunación de carácter voluntaria no dañe el bolsillo de los ganaderos”.