La producción de corcho en Extremadura se ha reducido algo más de un 20 por ciento en relación al año pasado, debido a las decisiones tomadas por los productores en previsión ante un escenario de menores precipitaciones, y a un periodo de saca más corto de lo habitual debido al calor en el campo.
El presidente del Clúster del Corcho de Extremadura-Agrupación Sanvicenteña de Empresarios del Corcho (Asecor), Joaquín Herreros de Tejada, explica que las expectativas en relación a que la campaña estaría marcada por las menores lluvias hicieron que muchos propietarios decidieran no sacar todo el corcho que podría obtenerse en condiciones normales.
A ello se unió una campaña de saca corta marcada por las altas temperaturas, que se inició en la última semana de mayo y con solo unos 45 días de media de duración.
En estas circunstancias finalmente quedó una parte de corcho en el árbol, tanto por aquellos productores que preveían la ausencia de agua como por quienes se encontraron con una ventana de saca corta.
Ante esta tesitura en el árbol se ha quedado esta campaña entre un 15 y un 30 por ciento, según la zona, del corcho que habitualmente se consigue, de ahí que se hayan logrado cifras menores a las 23.000 toneladas obtenidas el año pasado.
Este corcho, no obstante, se sacará el próximo año si las cifras de precipitaciones lo permiten.
Las circunstancias de este año han provocado una tendencia alcista de precios, aunque no obstante en coincidencia con el encarecimiento de todos los productos y por tanto de los costes que asume el sector.
Se trata de un escenario también marcado por la carencia de botellas del vidrio, debido al aumento del coste del gas, a la bajada del consumo y al cierre de cuatro fábricas en Ucrania que fabricaban en torno a 1.000 millones de unidades (las cuales representan un ocho por ciento del total de la producción mundial), lo que afecta a los tapones de corcho.
Es esta una cuestión que “preocupa” al sector, quien ha vivido un buen momento hasta el primer semestre del año, pero que ahora se enfrenta además al aumento de los costes debido a los incrementos de la electricidad o de los transportes.
Joaquín Herreros de Tejada ha reconocido a la agencia Efe que se trata de un año “de cierta complejidad”, con vaivenes como los ya acontecidos en 2020 y 2021, en el caso de los ejercicios de la pandemia debido a las restricciones y al boom del consumo que llegaba después con el regreso de la normalidad.