Los técnicos de la Comunidad de Regantes del Canal de Montijo-Guadiana han diseñado un mecanismo para luchar contra la almeja asiática en las zonas presurizadas de riego, que instalan ahora mismo en sus propias tuberías generales y que será exportable al resto de los regadíos que se enfrentan al mismo problema.
El presidente de esta entidad, Francisco Sánchez ha explicado a la agencia Efe que desde hace una década, cuando esta especie invasora se detectó en las infraestructuras de riego de la cuenca extremeña del Guadiana, las comunidades de regantes aplican unos protocolos para combatirla.
Se trata, según ha indicado, de que no vuelva a ocurrir lo sucedido en los años 2011 y 2012, cuando la presencia de la almeja asiática “nos colapsaba las filtraciones, las tuberías, las zonas de bombeo y todo eso nos llegaba a paralizar el riego”.
Para Sánchez, “ahora es un problema latente, pero que está controlado”, con el gran contratiempo de que ese control “tiene unos costes que son elevados” y que están cifrados por hectárea en cada campaña entre 30 y 50 euros. “Es muchísimo dinero, pero no regar vale más dinero todavía”, tal y como ha precisado.
El presidente de la Comunidad de Regantes del Canal de Montijo-Guadiana ha recordado que los canales de riego a cielo abierto se limpian todos los años para eliminar la almeja asiática, con máquinas en los más grandes y a mano en los más pequeños.
En las infraestructuras de riego a presión, donde el problema es más acuciante, se lleva a cabo un control químico dentro de las redes con productos biodegradables, con peróxido de hidrógeno, es decir con agua oxigenada, lo que se complementa con medios mecánicos para transformar la concha en arena y que pueda salir al desagüe sin colapsar los sistemas.
En ese sentido, Francisco Sánchez ha especificado que el control mecánico se hace continuamente, mientras que el de desinfección se lleva a cabo cada final de campaña de riego.
El mecanismo diseñado por los técnicos de la Comunidad de Regantes es “una especie de hidrociclón con cuchilla que por fricción acaba haciendo arenilla la concha”, ya que, según ha recordado Sánchez, la almeja asiática no se adhiere a las superficies, como el mejillón, sino que circula suelta, aunque ya esté muerta, por todas las redes.
Ese sistema ni se ha patentado ni se patentará, ya que las comunidades de regantes son corporaciones de derecho público sin ánimo de lucro, por lo que podrán hacer uso de él otras zonas de regadío a las que también ha llegado esta especie invasora.
De hecho, Extremadura ya ayuda a Portugal en el establecimiento de protocolos para luchar contra la almeja asiática en las infraestructuras de riego y el propio Francisco Sánchez participó el pasado jueves en unas jornadas celebradas en la localidad lusa de Beja, organizadas por la Agencia Portuguesa de Medio Ambiente (APA) y la Empresa de Desenvolvimento e Infraestructuras do Alqueva (EDIA).
En su conferencia, Sánchez expuso todas las medidas que se han llevado y se llevan a cabo en las zonas presurizadas de riego de las Vegas Bajas del Guadiana para luchar en concreto contra esta especie invasora, ya que en Alqueva y toda su zona regable empiezan a enfrentarse al mismo problema.
Según ha explicado, las presas que hay en este tramo del Guadiana han hecho de contención para que esta especie llegase a Alqueva, pero ya está allí, ha dicho, “aunque todavía no en las cantidades que tenemos aquí”.