La erradicación del nenúfar mexicano en el Guadiana a su paso por Badajoz tendrá que esperar dos años

La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha trasladado este martes al Ayuntamiento de Badajoz que el dragado parcial del río necesario para acabar con el nenúfar mexicano tendrá que esperar al menos dos años, a tenor del plazo que se precisa para obtener los permisos necesarios.

El primer edil pacense, Ignacio Gragera, que se ha reunido con el presidente de la CHG, Samuel Moraleda, ha explicado que este proyecto destinado a la lucha contra la planta invasora incluye trabajos “muy agresivos” y, por tanto, la declaración de impacto ambiental “no llegará a corto plazo”.

El proyecto consistirá finalmente “en el deslodado de las zonas con menos profundidad, las más cercanas a las orillas, donde más enraíza el nenúfar, lo que se puede llevar a cabo abriendo o no los azudes”. La apertura de los azudes facilitaría el acceso a la maquinaria necesaria, de modo que sería más efectivo.

Por otra parte, la CHG ha trasladado que la permeabilización del azud de La Pesquera, con un presupuesto de 2,2 millones de euros, estará antes de final de año, pues el proyecto ya está redactado, mientras que posteriormente se realizará una actuación similar en el azud de La Granadilla, con una inversión de tres millones de euros.

Estas actuaciones mitigarán la proliferación de la planta invasora a corto plazo, pues contempla la instalación de un sistema de compuertas que controle el paso del agua y de los sedimentos.

Ambas partes han abordado además la necesidad de “mejorar la interlocución y la relación mantenida hasta la fecha entre las instituciones” en relación a esta problemática, pues “es importante que exista una comunicación fluida y que se olviden los enfrentamientos de los últimos años”.

Ignacio Gragera ha trasladado además a la CHG la importancia de que se den los pasos necesarios para que el Guadiana sea navegable desde Badajoz hasta Alqueva y, al respecto, se ha abordado si las obras de dragado del río podrían aprovecharse para acometer también los trabajos necesarios en este sentido.

Por este motivo, se ha pedido al Estado que estudie, junto a las administraciones portuguesas competentes, si es viable esta propuesta dentro de los fondos europeos que vendrán dirigidos a la península ibérica en breve.

“No se trata de una cuestión baladí, pues impulsaría el turismo y aportaría valor económico y medioambiental a la zona”, ha manifestado Gragera.