Perder la libertad, perder amistades o vivir años acompañados de un escolta es el precio que han tenido que pagar los tres socialistas vascos que han recibido homenaje hoy en Cáceres por su defensa de la libertad y la democracia en los años más duros del terrorismo de ETA.
Italia Canna, Juan Carlos Domingo y María Ángeles Muñoz han sido los tres concejales reconocidos por el PSOE de Cáceres, pero que representan a todos aquellos hombres y mujeres que de manera anónima han trabajado por unas convicciones ideológicas y que han estado olvidadas por el silencio “cómplice”, indica el secretario provincial del partido, Miguel Ángel Morales.
Antes del homenaje Canna, concejala durante doce años en el Ayuntamiento de Portugalete, ha mostrado su gratitud por este reconocimiento y señalado que “la memoria no hay que perderla y la historia está ahí”.
Canna ha relatado que dos atentados a personas cercanas a ellas, entre ellas el político socialista Eduardo Madina en 2002, la animaron a presentarse a concejala y luchar por la democracia, porque “en el PSOE somos una piña”, ha dicho.
Esta lucha le ha costado la pérdida de amistades y el sufrimiento de su familia, pero ha asegurado que “nunca ha tenido miedo porque si no no hubiera continuado”.
En su localidad, Portugalete, ha recordado, ha habido 17 víctimas mortales de ETA, entre las que se encontraban militares, pero también amas de casa o peones, por lo que la lucha “era de todos”.
Madina
Precisamente Madina, político y profesor y víctima de un atentado, que también ha participado en este homenaje, ha destacado las buenas relaciones que han existido siempre entre Extremadura y el País Vasco que acogió a muchos emigrantes.
En cuanto a la situación actual, ha manifestado que el País Vasco “está en un momento muy bueno” y que a partir del cese de la actividad de la banda el 20 de octubre de 2011 está trabajando para superar esos “años difíciles”.
Otra de las homenajeadas ha sido María Ángeles Muñoz, que desde hace 30 años es concejala de Iurreta y cuyo nombre apareció como objetivo de la banda terrorista junto al de otros 17 compañeros.
Muñoz ha criticado que durante aquellos años se “normalizara” la situación de llevar escolta para poder salir de casa y que “ese fue uno de los problemas, ver como normal la pérdida de libertad”.
La edil entiende que algunas personas de su círculo de amistades se apartaran porque “el miedo es libre”, ha dicho, y ha agradecido el reconocimiento a todo ese esfuerzo de ella y sobre todo su familia.
El tercer homenajeado ha sido Juan Carlos Domingo, que durante su etapa de concejal su escolta resultó herido en un atentado.
Domingo ha relatado que cuando tuvo lugar el atentado él se encontraba fuera del País Vasco con su familia, algo que solía hacer de vez en cuando, “para tener algo de libertad”.
A su juicio, este tipo de reconocimientos “a personas que podían cada día en juego su vida y la de su familia deberían de hacerse en todas las provincias, porque en todos los sitios hay víctimas de ETA”.