Clínica de Salud no paga indemnizaciones ni salarios atrasados, denuncia CCOO

La empresa Clínica Extremeña de Salud de Badajoz no está pagando las indemnizaciones ni los salarios atrasados a los trabajadores que fueron despedidos por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) “arbitrario” que impuso la dirección, ha reprochado la Federación de Sanidad de CCOO de Extremadura.

El ERE ha supuesto el despido de 15 trabajadores y la reducción de jornada de otros cuatro por lo que, a su juicio, es “inevitable” que afecte negativamente en la calidad de los servicios que se prestan a los usuarios.

En un comunicado de prensa, el sindicato ha señalado que aunque se trata de una empresa privada, está en un sector de “evidente interés público” como es la gestión de la salud de la ciudadanía.

Además, se pretende que con fondos de la Junta de Extremadura “se les socorra del extremo al que han llevado a la clínica sus gestores”, por lo que “toda su actuación en torno a la aplicación de este ERE ha sido un ejemplo muy negativo”.

Para CCOO, el expediente ha sido elaborado y aplicado de manera “discriminatoria y caprichosa”, sin negociarlo con la representación laboral y con una actitud de “continua imposición” en sus términos y de “falta de sensibilidad” hacia las situaciones personales que provocaba.

“Abuso”

Ahora, ha continuado, a este comportamiento “abusivo” en cuanto al ERE se le suma el “incumplimiento” en el pago de las indemnizaciones a los trabajadores despedidos y de los salarios atrasados, que ascienden a un total de seis nóminas, lo que da cuenta de la “catadura” de la dirección de la clínica.

En su opinión, la dirección ya no puede aducir falta de liquidez, algo en lo que se viene “escudando” estos últimos cuatro años, porque al mismo tiempo que “castiga a los trabajadores despedidos sin cumplir con sus deudas, sí cumple con otras obligaciones de pago en otros capítulos”.

Según el sindicato, hay también constancia de que el Servicio Extremeño de Salud ha proporcionado a la clínica una financiación regular para la gestión de las listas de espera que no se traducía en el pago normal de las nóminas a los empleados y empleadas, con deudas que en algún momento llegaron a ser de hasta diez meses.