La dirección de Acorex ya ha comunicado a sus asociados la noticia adelantada por eldiarioex: hay contactos con otros grupos para la venta o fusión del grupo de cooperativas extremeñas. Las conversaciones están abiertas con el grupo cooperativo andaluz Dcoop, con el grupo cooperativo navarro AN y con la cooperativa del bajo Duero Cobadu.
La dirección ha informado este martes a sus socios que ya se ha establecido un calendario de negociaciones con esos grupos y en función de cómo evolucionen se convocará una asamblea general ordinaria para tomar las decisiones pertinentes. Una primera fecha estimada pudiera ser el 22 de mayo.
La gran paradoja de esta decisión es que miembros del Consejo Rector que vetaron la fusión con Dcoop hace cuatro meses, que presionaron a todos los partidos políticos hasta llevar a la Asamblea una propuesta para blindar la extremeñeidad de Acorex, y que echaron a los impulsores de aquellas negociaciones con Dcoop, son ahora los que propugnan esta salida. La gran diferencia entre una y otra operación, injerencias políticas al margen, es que de entonces a hoy la marca Acorex se ha devaluado muchos puntos y han crecido las pérdidas económicas y las querellas internas.
La única salida
La dirección de Acorex trata de justificar ese cambio radical de posición en que es “la única salida posible” porque no ven viable la vuelta de las tres grandes cooperativas. Las condiciones de las grandes para volver, dice la dirección, son inaceptables.
Pero hay otro elemento novedoso en el análisis que Acorex ha traslado a sus socios y que obliga, en su criterio, a la venta, y esa razón es la “apatía absoluta” a nivel gubernamental.
Este cambio de posición, a poco días de unas elecciones, es absolutamente radical con respecto la posición mantenida por la dirección del grupo en toda esta crisis y apunta hacia una ruptura hacia los máximos dirigentes del PP que han intervenido de manera muy activa en Acorex en época de vacas gordas y ahora cuando han llegado las vacas flacas han desaparecido del escenario..