Entienden por racismo todas aquellas acciones que discriminan a una persona por pertenecer a otro grupo cultural o étnico diferente. Un rechazo social, presente hoy en nuestras calles, que les lleva a organizar un festival donde gritar alto y claro no al racismo. Desde el norte de Cáceres.
Se trata de del I Festival Zaleando el Racismo, que se celebra el jueves 18 de agosto en Segura de Toro y donde la música y las artes invitarán a reflexionar y denunciar aquellas situaciones que atentan contra los derechos humanos.
Sus organizadores esperan la llegada de personas de toda Extremadura y de fuera de las fronteras de la región. Aunque para ellos, lo más importante, es la implicación directa de niños y mayores del Valle del Ambroz en el proyecto.
Zaleando el Racismo es una jornada festiva con actividades de teatro infantil, poesía y proyecciones, así como música en directo. Compartirán espacio en las piscinas naturales grupos como Big Red, Antoni Maña o Amed Sidisé y Lorkan. Además conciertos en la plaza del pueblo con la presencia de Canchalites, Chuflos Verdes o El bastón de la Vieja.
¿Por qué un festival contra el racismo?
Con este certamen se desea transmitir que en el valle hay personas que denuncian el racismo existente a todos los niveles en este país. “Y que día a día está calando cada vez más en la población”. “De una forma consciente o inconsciente hemos asimilado discursos racistas que estamos trasmitiendo a nuestros niños y niñas. Y esto tiene que cambiar. No podemos permitir que estos niños y niñas utilicen esos discursos. Es nuestra responsabilidad”, destaca Sylvia Martín una de las organizadoras de esta idea.
Pone de manifiesto esta joven que no existe únicamente un racismo de persona a persona, sino diferentes escalas y niveles, algunos conscientes y otros no. Y precisamente el certamen desea ser un lugar de encuentro, de análisis de la realidad.
Un trabajo que ya ha comenzado con la implicación de jóvenes de las localidades cercanas, que han elaborado carteles que lucirán el día del festival con mensajes como “El racismo es algo que se aprende, no algo con lo que se nace”. A lo que se unirán graffitis con mensajes como ‘Las guerras seguirán existiendo mientras el color de tu piel sea más importante que el de tus ojos’.
Racismo institucional
Otra de las cuestiones de análisis es lo que entienden como “racismo institucional”, por ejemplo el que sufren las personas refugiadas.
También el día a día de más de 80 niños marroquíes en las calles de Melilla, niños abandonados según denuncian, “acompañado este abandono de criminalización, torturas y humillación, por parte de las administraciones, los centros de menores, los cuerpos de seguridad del Estado y la sociedad”. Un trabajo, el de acompañamiento de estos niños, en el que han participado algunas de las personas que participan en el festival de Segura de Toro.
Las gente que organiza este certamen, y otras tantas que se unirán el día del festival, están involucradas en diferentes proyectos educativos, sociales y culturales que pretenden ser una trasmisión de valores de los y las más pequeñas del norte de Extremadura.
Por ejemplo, del Movimiento Extremeño por la Paz, que les apoya desde el principio y que trabaja en un proyecto educativo “Zaleando barreras”, financiado por AEXCID. En otros casos, proyectos culturales y sociales como el Albergue Sierra de Gata, la Asociación cultural Bellota Rock, El club del Mogollón (de los niñ@s del pueblo), el Colectivo NómadasVisuales o El Colectivo La libélula, entre otros tantos.
“Cada persona, colectivo o asociación ha aportado su granito de arena y eso es de valorar, tanto en difusión como en apoyo moral como en la participación directa”. Por ejemplo, las mujeres de la Asociación “El picute” pondrán su arte culinario el día del festival.
La organización decidió además, como forma de “darle el valor que se merece a la música local”, dar una bonificación simbólica a las personas que nos hacen disfrutar de ella, y que sin embargo “cada vez lo tienen más crudo”. Una bonificación desde la autogestión. También se espera destinar parte de los beneficios a un proyecto social que esté en la misma línea que la filosofía de la organización del festival.