La Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno ha organizado en el Palacio de los Golfines de Abajo una nueva exposición en este inmueble histórico del casco antiguo cacereño que traslada al visitante a la cultura del ocio que practicaba la aristocracia en los siglos XIX y XX.
'Jugando entre dos siglos: la cultura del ocio entre el siglo XIX y XX' es el título de esta muestra, que incluye piezas de bienes muebles “de gran interés, que nos enseñan la trayectoria de la vida cotidiana de un sector de la sociedad, a lo largo de los dos siglos anteriores”, ha informado la Fundación en una nota.
De hecho, la exposición se acerca a una de las manifestaciones “más significativas de la vida cotidiana; el ocio”, y lo hace a través de los objetos diseñados para su disfrute y de los registros fotográficos domésticos.
Gramolas, juegos de mesa importados de Francia, esquís y raquetas de siglos pasados, trajes de fiesta de épocas pasadas e incluso un antiguo arcón diseñado por Louise Vuitton componen esta exposición, que forma parte del recorrido habitual que incluye la visita guiada al Palacio.
Palacio
Se podrá disfrutar hasta el próximo día 25 de marzo aunque, no obstante, para las personas que ya conocen el Palacio de los Golfines de Abajo, se podrá acceder de forma directa y gratuita las tardes de los miércoles durante el mes de noviembre.
También a partir del próximo enero de 2019 y hasta su clausura en marzo.
Fondos relacionados con el deporte, los viajes, las excursiones, las fiestas y los juegos de mesa que desvelan el culto al ocio que practicaban las familias acomodadas de siglos pasados.
El Palacio, ubicado en la plaza de Santa María, junto a la concatedral, y cuyo lateral se asoma a la plaza de San Jorge, se terminó de construir en el siglo XVI por Sancho de Paredes Golfín, antiguo camarero de la reina Isabel la Católica.
En la planta baja se puede hacer un recorrido histórico a través de las estancias, decoradas con obras de arte de distintas épocas, y visitar la sala de armas o sala de los linajes, que contiene pinturas murales de principios del siglo XVI, y se une al patio, la capilla y un espacio de documentos antiguos.