La Iglesia Parroquial de Hoyos es declarada Bien de Interés Cultural
Constituye un elemento singular relevante y de valores incuestionables en la arquitectura religiosa extremeña. La iglesia parroquial del Buen Varón, en Hoyos, es una obra de gran interés artístico, ejecutada íntegramente en excelentes piezas de sillería con elementos de distintos estilos y etapas.
El Consejo de Gobierno de la Junta aprobó esta semana el decreto por el que se declara Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento.
El edificio, salvo algunos de sus elementos tardorrománicos reaprovechados de un templo anterior, comenzó a construirse a finales del siglo XV o comienzos del XVI y se cree que parte de la obra se realizó bajo la dirección del insigne arquitecto Pedro de Ybarra, o empleando sus diseños.
El edificio
La planta, orientada de este a oeste, es rectangular, el ábside más estrecho y con testero plano. Por el lado de la epístola, junto al presbiterio, se dispone la sacristía y, elevado a los pies del templo, se ubica el amplio coro renacentista construido con excelente piedra de cantería.
El acceso al interior del templo se realiza por tres portadas situadas al norte, sur y oeste. La portada principal es una de las escasas muestras tardorrománicas extremeñas y abre a la Plaza Mayor.
Retablo Mayor
Del interior destaca el Retablo Mayor, de estilo barroco vinculado al taller salmantino de los Churriguera y presidido por la imagen de Nuestra Señora del Buen Varón, considerada de una de las tallas marianas más antiguas de la comunidad.
Otros elementos de interés son los retablos menores que se distribuyen por el templo: el púlpito de granito adosado al arco triunfal; un retablo crucífero del siglo XVIII; una escultura de Cristo yacente; un Cristo amarrado a la columna, del siglo XVII; un Nazareno de finales del XVII; una talla de madera policromada del Niño Jesús, del siglo XVII, y un Crucificado del siglo XVIII. Además, el templo guarda una importante colección de platería.
También destaca la esbelta torre que culmina en un puntiagudo chapitel piramidal que, en su momento, estuvo revestido de azulejos talaveranos del siglo XVII. Permanecen en el frente occidental los restos de un escudo coronado, picado, que posiblemente portaría las armas del Duque de Alba, señor de la villa de Hoyos.
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