El consejero de Hacienda y Administración Pública dice haber resuelto el problema de las oposiciones. Como si fuera un adolescente ha dado un salto de doble tirabuzón, con agilidad pasmosa pero con imprudencia temeraria. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura le ha dicho que está incumpliendo el convenio colectivo, por tanto, que es ilegal lo que está haciendo. Su ocurrencia es solucionarlo de un plumazo tapando el error con una nueva ilegalidad.
Es algo similar a esta situación ante un requerimiento de Hacienda:
- Usted ha incumplido con sus obligaciones fiscales, este incumplimiento de las normas tributarias tiene como consecuencia una sanción económica.
- No se preocupe, me voy a perpetrar un robo y luego le pago lo que haga falta, está garantizado, no se preocupe.
- ¡Ah, pues vaya, vaya!
Señor letrado Checa, el personal laboral tiene reconocido el derecho a promocionar en un proceso previo, y las vacantes resultantes pasan al turno libre. No se pueden invertir por tanto los procesos sin vulnerar este derecho, lo dice la norma y se lo ha dicho el TSJEX...
Pero me viene a la cabeza una ocurrencia del nivel de la suya para que no haya vulneración de derechos a segundos. La solución podría ser que pusiera dos personas ocupando cada puesto de trabajo ofertado. Así se eludiría la vulneración de derechos... Claro que, pensándolo bien, estamos en el mismo problema en cuanto a la financiación: la responsabilidad sobre los desmanes en la gestión de los dineros públicos. Salvo que pague el cheque de su bolsillo, señor Checa (dirá usted: ¡uf, que lioso es esto de gobernar!)
En resumen, tiene dos razones para rectificar su actuación: una, que es consejero de Administración Pública, que implica la buena y legal gestión de los recursos humanos; otra, que es consejero de Hacienda, que supone el correcto uso de los dineros públicos de los escasos recursos en una Extremadura empobrecida.