El AVE no tiene fecha de llegada, y la ministra Pastor tampoco aclara el tren de ‘altas prestaciones’

Ni alta velocidad, ni tampoco un tren de “altas prestaciones” a 200 kilómetros por hora. Más allá del repetido “es prioritaria”, sobre la línea Madrid-Extremadura, la ministra de Fomento Ana Pastor no ha concretado este martes pasado en el Congreso de los Diputados nada sobre la llegada del AVE a la región, y ni siquiera ha dado fechas de la alternativa elegida conjuntamente con el Gobierno extremeño, un ferrocarril de “alta calidad”, y que anunciaron para este 2015.

La diputada socialista por Cáceres Leire Iglesias, ha preguntado en el pleno de esta semana a la ministra si existe previsión para la llegada del AVE. No la hay, a juzgar por la respuesta o la no respuesta de la ministra, a pesar de que Pastor inició su intervención con un “por supuesto, señoría”.

Pero las palabras posteriores no concretaron nada, más allá de que el Gobierno central “está trabajando a un ritmo muy intenso”, para ellos es “prioritaria” la llegada de la alta velocidad a Extremadura, “estamos trabajando en todos los tramos”, y “están todas las obras en marcha”, o de mezclar el ferrocarril convencional actual –del que presumió mueve 650.000 pasajeros al año entre Madrid y Extremadura“-, con la deseada alta velocidad.

La realidad es que el AVE como tal, electrificado, con sistemas de seguridad y convoyes capaces de alcanzar los 300 km/h, parece aparcado y sin fecha; de lo primero sería prueba según la diputada socialista el haber desaparecido la línea extremeña de la planificación que ha hecho el Ministerio de Industria sobre la red nacional eléctrica, lo que impide que haya las cuatro subestaciones necesarias para dar energía a un convoy de alta velocidad, un problema sobre el que la ministra no dijo nada.

Y solo estuviera aparcado temporalmente, no hay fecha para retomar el proyecto o al menos la ministra de Fomento no la ha dado en este pequeño debate.

Lo mismo que a Moscú

Hoy día según la socialista Iglesias “se tarda lo mismo de Madrid a Moscú [en avión] que en llegar a Mérida en tren, y si yo hubiera venido esta mañana en tren, ni siquiera habría llegado a la sesión de control, pero ni siquiera estamos hablando ya de esto, señora ministra: es posible que nosotros cometiéramos algún retraso en las obras, pero lo que usted ha decidido, con la complicidad del señor Monago, es que los extremeños no tengamos derecho al AVE; nos lo quitan; ni estaciones, ni ancho de vía, ni electrificación”.

Dado que la construcción total de una línea de alta velocidad con todas sus dotaciones la vieron difícil desde el principio, los gobiernos de José Antonio Monago (desde julio de 2011) y Mariano Rajoy (diciembre 2011), empezaron a anunciar al año siguiente un cambio de planes para ir aprovechando de momento el trabajo hecho en las plataformas para el AVE, y montar sobre ella un tren más rápido que los convenciones, “de altas prestaciones” según se le bautizó.

En 2012 ya se empezaron a anunciar por la ministra Pastor y el presidente Monago reducciones importantes en los tiempos de viaje desde Badajoz, Mérida y Cáceres a Madrid, gracias a esa adaptación. Sin embargo hoy día según le ha echado en cara la diputada Iglesias a la ministra “se tarda a Badajoz, en el trayecto Madrid-Badajoz —a precio de AVE, por cierto, pero a velocidad de diligencia— media hora más que antes; seis horas, cuando para hacer el mismo recorrido a Zaragoza se tarda una hora y veinte minutos”.

En realidad no son seis sino que hay disponible un tren con trayecto anunciado de 5 horas y 25 minutos, pero muy lejos de las 4 horas y 18 minutos entre Badajoz y Madrid prometidas por la ministra en octubre de 2014 en el ‘Foro Líderes’ en Madrid, y todavía más de de las 3 horas y 35 minutos anunciadas un año antes, en junio de 2013 durante una visita a Talavera de la Reina (Toledo); en ambos casos Ana Pastor prometía que eso sería realidad en este año, 2015.

El pequeño debate (apenas cinco minutos) entre Ana Pastor y Leire Iglesias, la ministra dijo primero que habían destinado al AVE extremeño 915 millones de euros, y luego que 700 pero que habían pedido otros 300 al fondo europeo Feder.