La empresa de la mina de litio de Cáceres da por hecho que podrá transformar el mineral a partir de 2025

Inmaculada Franco

6 de septiembre de 2022 18:42 h

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La empresa Extremadura New Energies (ENE), representante en España de la compañía australiana que quiere explotar el yacimiento de litio en la Sierra de Valdeflores, en la Montaña de Cáceres, cree que en 2025 ya estarán transformando el mineral en hidróxido de litio, y tendrán en pleno funcionamiento la planta transformadora.

Según ha informado a elDiario.es Extremadura el consejero delegado de ENE, Ramón Jiménez, la compañía está a la espera de que, en noviembre o finales de año como muy tarde, se conozca la resolución judicial que debe decidir sobre el derecho de ésta a poder investigar sobre la zona

Una vez que la resolución judicial dictamine si se pueden realizar o no catas con la extracción de muestras en la zona, la compañía decidirá si sigue con el proyecto de investigación o si toman otra vía que no obstaculice la explotación del yacimiento. “Lo que ahora está en tela de juicio, sobre lo que ahora se tendrá que pronunciar la justicia, es si realizar catas de 30 o 40 metros de profundidad, con la extracción de muestras es una actividad extractiva o no”, ha afirmado Jiménez.

Según la Ley de Minas, “la toma de catas no es una actividad extractiva”, pero no lo entiende así el Ayuntamiento de Cáceres que considera que “una persona que no entienda de esta materia puede considerar que es una extracción y por eso nos deniega el permiso”. Es por eso “por lo que tenemos muchas esperanzas en que la sentencia nos dé la razón”.

No obstante, el consejero delegado de ENE ha subrayado que si, “en el peor de los casos no fuera así, la compañía optaría por solicitar un permiso de exploración, para el cual no es necesario realizar catas”, y una vez concedido, pedir una concesión de explotación.

Para este permiso de exploración tan sólo es necesario demostrar que hay litio en el subsuelo, “y eso ya lo sabemos por dos vías, una porque ya hicimos catas que demuestran que 20 metros bajo la superficie hay un 97,4 por ciento de litio, y porque, de hace un siglo, cuando la mina se explotaba buscando estaño, existen informes sobre los minerales que formaban el suelo, y los datos coinciden al milímetro, confirmando ya entonces la misma proporción del 97,4 por ciento”, ha recordado Jiménez, que también ha indicado que no pueden pedir este permiso hasta que no se resuelva el caso en los tribunales, o bien si la compañía no retira la demanda, cuestión que descartan porque “nuestros servicios jurídicos nos indican que es algo que nos puede perjudicar en futuras solicitudes de permisos”.

Un nuevo sistema de explotación menos contaminante

Por eso, esperarán a la sentencia para presentar el nuevo plan de explotación del yacimiento, el cual, según informa a este diario, se llevará a cabo en tres zonas donde las extracciones están permitidas y, además, utilizarán un sistema, “que se está patentando” y que permitiría extraer el litio sin tener que utilizar el ácido sulfúrico, altamente contaminante.

Este nuevo sistema permitirá poder extraer un 50 por ciento menos que con el ácido sulfúrico, pero aún así la compañía asegura que es rentable porque “cuando se adjudicó el proyecto, la tonelada de hidróxido de litio estaba en 6.000 euros y ahora está en 80.000”. Ese margen de beneficios permite utilizar técnicas que antes hubieran sido inviables por no ser rentables.

Por lo tanto, los planes de la empresa son esperar a la resolución judicial, que espera no se demore más allá de finales de 2022, pedir los permisos medioambientales y las licencias de explotación que estiman, en unos dos años, para en 2025 estar en plena producción, tanto de extracción como de transformación.

El reciente decreto aprobado por la Junta de Extremadura, que exigirá a las empresas extractoras de litio a procesarlo en su origen, “concuerda perfectamente con lo que siempre ha pretendido esta empresa”, ha dicho Jiménez, que incide en que “en este proyecto la mina no es lo importante, lo importante es la planta que supondrá una inversión tres veces mayor y creará el doble de puestos de trabajo”.

Además, permitirá, la independencia energética de países como China, donde “se transforma en hidróxido de litio todo lo que se extrae en la Unión Europea, devolviéndolo luego a su origen, con el consiguiente coste económico y en la huella de carbono”.