Los productos artesanales se producen en el entorno más cercano. Sus materias primas son de calidad y sus beneficios muchos. Suelen ser circuitos cortos, porque el productor y el consumidor están conectados, y por lo tanto se dinamiza el mundo rural. La economía local.
Frutas y hortalizas, productos transformados con los métodos de antaño. Y son de calidad, envidia de las cestas de los grandes hipermercados, que sin embargo se enfrentan a dificultades.
Los pequeños productores se tienen que enfrentar en la mayoría de los casos a normas pensadas para empresas multinacionales. Un entramado burocrático complicado de seguir para el paisano que mantiene una pequeña producción. Porque es un sistema que se asemeja más al mundo de aquellos que hacen negocios en las oficinas de la calle Serrano de Madrid.
Este es el contexto que explica por qué muchos pequeños artesanos de Extremadura encuentran dificultades para dar una salida a sus productos, con toda la normativa y los requisitos higiénico-sanitarios presentes en los reglamentos.
María Teresa Macías, diputada del PSOE, apunta que siempre y cuando se tengan unos criterios de seguridad alimentaria, la apuesta por su comercialización es una opción buena y necesaria, más cuando se trata de productos producidos en el ámbito más cercano, que dinamizan la economía rural.
“Es muy sencillo de entender: a una pequeña quesería tradicional no se le pueden reclamar los mismos requisitos que a una cadena como Quesos García Baquero”, comenta la diputada de Podemos, Irene de Miguel para ejemplificar las dificultades a las que se enfrenta el pequeño productor.
Rechazo a la propuesta del PP
Tanto PSOE como Podemos y C's votaron este pasado jueves en la Asamblea de Extremadura en contra de una propuesta del PP que proponía un marco normativo para los productos higiénicos-sanitarios en las producciones agroalimentarias y su venta local. La norma ha sido devuelta en la primera votación, ya que la enmienda a la totalidad del PSOE fue apoyada los otros dos partidos.
El argumento principal que esgrime Podemos es que ya existe un reglamento europeo, que es de cumplimiento para todo los países comunitarios, de manera que la solución no pararía por una nueva ley, que al final lo que puede hacer es restringir más a las pequeñas producciones en algunas cuestiones. Piensa Irene de Miguel que en algunas cuestiones aportarían más trabas que soluciones reales.
Así insiste en que la normativa europea ya permite la flexibilidad, de manera que lo que hay que hacer es poner en marcha una serie de medidas que aporten facilidades a los productos. Lo que estaría pasando es que se está aplicando de manera restrictiva el reglamento comunitario en los aspectos higiénico sanitarios, porque la UE sí que ofrece facilidades que otros países de la UE sí han incorporado con más flexibilidad para los productos artesanales.
Recuerda que de manera paralela a la propuesta de ley que impulsaba el PP, Podemos defendió en la Cámara una Propuesta de Impulso para mejorar la aplicación del paquete higiénico-sanitario en microempresas agrarias y agroalimentarias de Extremadura.
Con una enmienda transaccional del Partido Socialista planteaba seis medidas que consideran básicas y suficientes para desarrollar un marco “modélico e innovador”. Entre otras cuestiones aboga por identificar los obstáculos administrativos, técnicos y normativos que a nivel regional están poniendo en “serio peligro” el desarrollo de pequeñas empresas agrarias y agroalimentarias.
Al mismo tiempo, elaborar guías de instrucciones sobre la aplicación del Paquete Higiénico Sanitario en pequeñas explotaciones y establecimientos agroalimentarios por sectores, junto con una red de proyectos piloto, oficial, reconocida por las autoridades, de pequeñas experiencias reales demostrativas que puedan servir de ejemplo a productores, inspectores y asesores. También unificar al menos funcionalmente el cuerpo de inspectores de seguridad alimentaria.
Del mismo crear un Comité Extremeño para la Garantía y Desarrollo de la Flexibilidad, para identificar los obstáculos administrativos, técnicos y normativos, proponer medidas concretas para eliminar los obstáculos identificados, promover y colaborar la elaboración de guías sectoriales para la aplicación de flexibilidad en la normativa comunitaria.
Mejorar el comercio local
Por otro lado comenta la diputada socialista María Teresa Macías que la idea básica es la de promocionar la producción artesanal y un aumento de las rentas para los productores artesanos. Coincide en que existen normas que se pueden pedir a grandes multinacionales, pero que para pequeñas empresas de comercialización no son fáciles de seguir.
“Queremos trabajarlo todo el grupo, y que sea algo de consenso, teniendo en cuenta por ejemplo que la iniciativa presentada por el PP en la pasada legislatura contó con un dictamen del Consejo Consultivo de Extremadura que decía que dicha propuesta iba en contra de la normativa comunitaria”.
A su parecer tiene que establecerse el marco estatal, para aquellas excepciones que pueda habar en el contexto europeo. Y de manera paralela, establecer el campo en el ámbito extremeño, amoldarlo a los productos de Extremadura.
Comenta la diputada del PSOE que las propuestas tienen que llevarse a la seriedad de la política, y a nivel estatal ya hay unas mesas redondas con las autoridades sanitarias, una vez que se vayan formando, mientras que en el ámbito autonómico hay que trabajar de la mano de unas guías, para que los procedimientos de control y el registro sean fáciles de determinar. El objetivo, que con menos inversión se pueda aplicar.
Otra de las cuestiones que defiende el PSOE es que los productos artesanales pueden tener un valor añadido, de manera que hay que facilitar que tengan menos problemas a la hora de producir, teniendo en cuenta que el exceso de normativas les para. “Trabajemos para sacarlo adelante”.