Extremadura cerró el mes de marzo con un superávit de 50 millones de euros, el equivalente a 0,22 de su Producto Interior Bruto, cuando en el mismo periodo de 2021 anotó un déficit de 59 millones, el 0,28 de su PIB.
El déficit del conjunto de las administraciones públicas de España, salvo las entidades locales, ascendió en el primer trimestre a 4.633 millones de euros, una cifra un 77,8 % inferior a la del mismo periodo de 2021 y que equivale al 0,35 % del PIB.
Según los datos de ejecución presupuestaria publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda, esta corrección del déficit se ha producido gracias a un fuerte incremento de los ingresos, del 11,6 %; así como a una reducción de los gastos, del 2,7 %.
Entre los ingresos destacó la recaudación tributaria, que repuntó un 17,1 %; mientras que entre los gastos aumentaron los consumos intermedios, los intereses de la deuda y la inversión.
En el primer trimestre, la administración central registró un déficit de 3.746 millones de euros, un 75,5 % menos y un 0,29 % del PIB, ante el fuerte crecimiento de los ingresos, sobre todo los impuestos, y la reducción de los gastos, debido a que el año pasado computaban los avales del ICO.
Las comunidades autónomas lograron cerrar marzo con un superávit de 220 millones (0,02 % del PIB), lejos del déficit de 2021, gracias tanto a la buena marcha de los ingresos como a las mayores transferencias recibidas del Estado, entre las que se incluyen las correspondientes al cambio del sistema de IVA en 2017.
Solo cinco comunidades autónomas registraron déficit en el primer trimestre: Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia.
Por lo que respecta a la Seguridad Social, redujo su déficit a la mitad, 1.107 millones (0,08 % del PIB), debido al menor gasto en prestaciones y subvenciones al superarse los peores momentos de la pandemia.
Una vez eliminado el impacto de las ayudas financieras, el déficit público del primer trimestre se sitúa en 4.412 millones, un 78,4 % menos y un 0,34 % del PIB.
Menos déficit del Estado
Hacienda también ha avanzado los datos de ejecución presupuestaria del Estado hasta abril, que arrojan un déficit de 6.553 millones, un 67,6 % menos, lo que equivale al 0,5 % del PIB. En términos primarios -es decir, sin tener en cuenta el coste de los intereses de la deuda-, el Estado cerró abril con un superávit de 1.368 millones, el 0,1 % del PIB.
En los cuatro primeros meses del año, el Estado contabilizó unos ingresos de 72.617 millones, un 16,7 % más, gracias al impulso de la recaudación tributaria, que se situó en 62.638 millones, un 17,7 % más.
El IVA ingresó 30.730 millones, un 19,4 % más; el IRPF, 13.473 millones, un 29,2 % más; y el impuesto de sociedades, 8.709 millones, un 2,9 % más. El impuesto de hidrocarburos recaudó un 14,4 % más y el del alcohol, un 60,2 % más, lo que contribuyó a compensar la menor recaudación por los tributos eléctricos.
Por lo que respecta a los gastos, ascendieron a 79.170 millones, un 4 % menos, debido a las menores transferencias a otras administraciones, a la menor aportación a la Unión Europea por RNB y al efecto comparación con el ejercicio 2021, cuando computaban las garantías estandarizadas.
A pesar de ello, en los cuatro primeros meses del año, el gasto en consumos intermedios aumentó un 31,3 %; en remuneración de asalariados, un 4,1 %, debido a las mayores retribuciones; y en intereses de la deuda, un 8,9 %, alcanzando los 7.921 millones.