El número medio de bajas laborales iniciadas al mes por cada 1.000 trabajadores es de 33,9 en España, una incidencia que varía desde el máximo de 53,6 en Navarra hasta el mínimo de 18,9 en Extremadura.
Las bajas laborales por contingencia común (enfermedad común y accidente no laboral) han crecido un 10,28 % hasta septiembre, con una media de casos iniciados cada mes de 749.180, de los que el 41,2 % se corresponde con bajas de corta duración, de 1 a 3 días, una tasa que ha subido un punto en el último año.
Según el “Observatorio de contingencias comunes 2024” de la mutua Asepeyo, esa proporción llega al 66,2 % si se suman las bajas de 4 a 15 días, con lo que 7 de cada 10 tienen una duración inferior a dos semanas.
“El incremento de las bajas de 1 a 3 días es un drama para el sistema nacional de salud”, señala a la agencia Efe el director territorial del Área Centro de Asepeyo, Constantino Perea, que explica que son las bajas de corta duración las que colapsan un sistema sanitario que debería estar enfocado en el otro 30 % de los procesos.
En conjunto, las bajas por contingencia común han crecido hasta septiembre de 2024 a un ritmo interanual cinco veces superior al de trabajadores afiliados a la Seguridad Social, un 10,28 % frente a un 2,1 %.
Entre enero y julio de 2024 se iniciaron un total de 5,24 millones de bajas por contingencia común, lo que multiplicado por una duración media de 41 días da como resultado 215 millones de días de baja, lo que supone el equivalente a que 1 millón de trabajadores no hubiesen ido a trabajar ni un solo día en ese periodo.
La patología psiquiátrica se duplica desde 2017
El 14,7 % de todos los casos corresponden a una patología psiquiátrica, cuando en 2017 la incidencia para estos casos era del 7,5 %.
Estas bajas esconden, según Constantino Perea, problemas psicosociales derivados del estrés por carga de trabajo o por dificultades para atender la vida familiar, que considera que podrían minimizarse si las empresas apostasen por la figura del mediador y por mejores políticas de flexibilidad y conciliación.
Perea destaca que las patologías traumatológicas suman otro 33,3 % de los casos, con bajas que las mutuas podrían asumir en casos leves, descargando al sistema público de salud.
Recuerda que el Gobierno y los agentes sociales cerraron el pasado verano un acuerdo en materia de Seguridad Social que incluía una mayor implicación de las mutuas colaboradoras en la realización de pruebas diagnósticas en patologías de origen traumatológico, disposición que aún no tiene desarrollo normativo.
La patología psiquiátrica tiene una duración media de 128 días y es la quinta de mayor duración, por detrás de la oncológica (191 días de media), la cardíaca (152 días), la de hombro (151 días) y la de rodilla (135 días).
Actividades sanitarias y servicios auxiliares, lo peor
El número de bajas por cada 100.000 trabajadores es de 35,2 de media, pero sube a 49,1 en las actividades sanitarias y servicios sociales, y a 45,9 en las actividades administrativas y servicios auxiliares (seguridad, call centers, limpieza).
La menor incidencia, sin embargo, se da en el sector de la construcción con una media de 26,2 casos.
A juicio de Perea, habría que montar mesas de trabajo con las empresas más importantes de los sectores con más incidencia para analizar las causas y proponer soluciones, como incluir rotaciones en los puestos para no exponer a las mismas personas a determinadas tareas o no complementar por parte de la empresa la incapacidad temporal salvo para casos graves (los tres primeros días de baja no se cobran salvo si la empresa lo tiene asumido por convenio).
Otro factor en el que incide Perea es que el 2,34 % del total de trabajadores acumulan el 25,98 % de todas las bajas, lo que cree que requiere un análisis más profundo y la búsqueda de mecanismos de acompañamiento para los trabajadores reincidentes, en caso de que detrás de los procesos haya otros elementos más allá de la salud.
Datos por comunidades
El número medio de bajas iniciadas al mes por cada 1.000 trabajadores es de 33,9, una incidencia que varía desde el máximo de 53,6 en Navarra hasta el mínimo de 18,9 en Extremadura.
La explicación es multifactorial, según Perea, ya que depende de los sectores con más ocupación en cada comunidad, así como de las franjas de edades o el nivel salarial, aunque en general se puede concluir que las comunidades con mayor incidencia emiten más bajas de corta duración, mientras que las que tienen una menor incidencia es porque se trata de bajas más largas.
De esta forma Extremadura presenta un duración media de las bajas de 76,4 días, mientras que en Navarra es de 27,1 días.