Leonardo DiCaprio cambia los 'Diamantes de Sangre' por gemas sostenibles fabricadas gracias al sol de Trujillo

Inmaculada Franco

26 de septiembre de 2022 22:18 h

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Su papel protagonista en la película 'Diamantes de Sangre', en la que se metía en la piel de un contrabandista y mercenario sudafricano, le enseñó Leonardo DiCaprio el lado menos brillante de la extracción de diamantes. Quizá por eso el actor es el mayor accionista de la fábrica de diamantes artificiales de la compañía Diamond Foundry, que ocupará alrededor de 30.000 metros cuadrados en Extremadura. Lo primero que comenzará a construirse en Trujillo es la planta fotovoltaica de autoconsumo que abastecerá la futura factoría. La inversión prevista es de 670 millones de euros, creará 300 puestos de trabajo directos y más de mil indirectos.

En la web de la empresa promotora, DiCaprio afirma sentirse “orgulloso de invertir en Diamond Foundry, que cultiva diamantes de forma sostenible sin el coste humano y medioambiental de la minería”. El carbono cristalizado que constituye los diamantes ya no saldrá de la explotación de personas ni de recursos naturales, sino de una tecnología que emulará la acción de la naturaleza utilizando reactores de plasma para conseguirlo. El resultado, asegura la empresa, será la producción de diamantes iguales a los extraídos de minas naturales, pero con un modo de producción más ético.

La compañía encargada de construir la planta fotovoltaica será Powen España. Su responsable, Rafael Benjumea, ha manifestado a este diario que ya están muy avanzados todos los trámites administrativos y que esperan comenzar con los movimientos de tierra en breve.

El proyecto de la fábrica, cuyas obras se espera que se inicien a mediados del año que viene para estar en pleno funcionamiento en 2024, fue presentado en la Junta de Extremadura, en junio del año pasado, donde se anunció además la creación de una planta de producción de semiconductores eléctricos basados en diamantes sintéticos. Por lo tanto, los diamantes trujillanos servirán tanto formar parte de bellas joyas, como para producir semiconductores para la industria del automóvil eléctrico y de la telefonía 5G.

La empresa estadounidense estima que llegará a producir cada año alrededor de un millón de quilates de diamantes de calidad gema, es decir con una calidad igual al diamante natural. Según el fabricante, serán diamantes asequibles, sin huella de carbono, sin mafias, ni traficantes a su alrededor, sin perjudicar a la naturaleza, y producidos en Trujillo, ciudad en la que, como prácticamente en toda Extremadura, hay muchas horas de sol, lo que ayudará a que este proyecto sea aún más sostenible.

Las piedras preciosas trujillanas se pueden considerar diamantes de sol, ya que en su proceso de producción tendrá mucho que ver la planta fotovoltaica de la que se abastecerá de energía la fábrica de Diamond Foundry, que lleva más de una década produciendo diamantes artificiales. Esta instalación de autoconsumo solar tendrá una potencia de 120 MW y tendrá un sistema de baterías de hasta 60 MW.

Expectativas para el empleo

La mina abre grandes expectativas para el empleo en Extremadura y, sobre todo, en la comarca, por lo que también hay un compromiso por parte del gobierno extremeño de destinar un presupuesto “importante” para la formación de trabajadores en materias profesionales relacionadas con los procesos de producción de la fábrica. Por su parte, la empresa ha expresado su intención de contratar a trabajadores locales tanto para la construcción de la factoría como para el trabajo diario, una vez terminada.

Hoy, precisamente se ha celebrado una reunión en el Ayuntamiento de Trujillo, entre el presidente del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara; el alcalde de la localidad, José Antonio Redondo, y los promotores del proyecto, entre ellos, Benjumea, para la firma de dos convenios, uno de ellos para acordar las condiciones urbanísticas de la fábrica, en relación con los accesos, abastecimientos y suministros, y otro con la empresa pública Extremadura Avante para la reserva del terreno en el polígono de más de ocho hectáreas.

También hoy se ha publicado en el DOE que estará a exposición pública durante 30 días hábiles para la presentación de alegaciones, la solicitud de autorización ambiental presentada por las empresas promotoras del proyecto.

El próximo mes, según ha avanzado Fernández Vara, se firmará la financiación pública de la iniciativa y en noviembre podrá comenzar con el movimiento de tierras en la parcela del polígono Arroyo Caballo, que durará unos tres meses.

Con la modificación urbanística de los terrenos donde irá la fábrica de diamantes, aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Trujillo, por unanimidad, el pasado mes de agosto, y los dos convenios firmados hoy, se dan grandes paso adelante para que los diamantes dejen de ser, como se decía antiguamente, el mejor amigo de una mujer, para se el mejor amigo de todos los extremeños y, en especial, de los trujillanos.

Ahora queda pendiente conocer con qué financiación pública y privada contará este proyecto, que está pendiente de subvenciones de la Junta de Extremadura, con cargo a los nuevos Fondos FEDER, y del Ministerio de Industria, a través del Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP), así como de la Unión Europea.

Lo que sí es seguro, que si todo sale como está previsto, en 2024 los trujillanos podrán estar desayunando con diamantes, con Leonardo DiCaprio como protagonista en vez de Audrey Hepburn.