Madrid casi no tiene impuesto de Sucesiones porque “se beneficia de la central de Almaraz”

La fiscalidad en España y en las comunidades, el modelo energético español con su dependencia de la energía nuclear y lo que afecta a Extremadura, la pobreza de la política nacional de cortas miras y absolutamente judicializada, la ignorancia del cambio climático, o el efecto de las redes sociales en la política y sociedad españolas, han sido temas principales de una conferencia dada este viernes por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, ante la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras españolas

Ha sido en la Asamblea de Extremadura y es la primera vez que en el último mes el presidente se ha referido a asuntos de cierta actualidad ya que desde entonces ha cortado sus comparecencias ante los periodistas en pleno proceso de preprimaria para elegir a la nueva Secretaría General del PSOE.

El presidente sigue teniendo agenda pública, pero en actos como la feria de turismo ornitológico, o la feria del toro, se limita a hablar sobre esos asuntos, y evita la comparecencia directa ante periodistas que, con sus cámaras de TV, nuevamente se han ido este viernes con las manos vacías a la hora de tocar temas como el PSOE o la última actualidad nacional.

Energía e impuestos

El presidente ha hilado ambas cuestiones en su conferencia titulada ‘Miradas y Desafíos’, para abordar directamente dos problemas de la región: el alto nivel del impuesto de Sucesiones y Donaciones que aquí se paga, frente a las ‘vacaciones fiscales’ de comunidades como Madrid donde apenas se tributa por ello, y la repercusión económica de la central de Almaraz.

Vara ha dicho que si la Junta mantiene ese impuesto en estos niveles es porque sencillamente los ingresos de la Hacienda regional no le llegan, y eso a su vez provoca que algunos contribuyentes se domicilien fiscalmente en Madrid donde, encima, tributa la mayor parte de la energía eléctrica producida en la región.

“Para el consumo de Madrid nos pusieron en su día dos reactores nucleares en el parque de Monfragüe, y fue el gobierno de la Dictadura, sin que a Extremadura le reportara nada”. Cuarenta años después ahí sigue la misma situación, y por eso, explica Vara, como a la Junta no le llegan los ingresos tiene que tirar de impuestos como el de las herencias.

Mientras tanto esa energía producida en Extremadura tributa, vía consumidor, en Madrid, que se permite el lujo de bajar impuestos.

“La energía, como la fiscalidad, o los ríos, no se pueden territorializar”, por tanto tan malo es el nacionalismo autonómico de quien reclama sus impuestos para sí, como el de quienes no quieren compartir esos otros recursos.

Pero “se da la circunstancia de que algunas comunidades mantienen impuestos como el de sucesiones que no le gustan nadie, mientras otras lo pueden quitar, porque están sacando del consumo energético unos recursos que se están produciendo aquí”.

El presidente de la Junta reclama un debate sobre el modelo energético nacional, que tenga en cuenta el amenazador cambio climático y apueste por las energías renovables. Por ejemplo dentro de tres años vence la actual licencia y vida útil de centrales nucleares como Almaraz “y no lo estamos debatiendo”.

Política y redes sociales

Vara ve una política española cortoplacista, miope, pobre, anclada en debates del pasado y además totalmente judicializada porque todo depende de procesos en los tribunales, que estarían marcando el rumbo de lo que tienen que ser decisiones públicas autónomas. “La política española solo se ocupa del presente y ha renunciado a planificar el futuro”.

El debate público sin embargo sí se ha trasladado a las redes sociales, donde están los jóvenes por ejemplo, pero imperan los debates simplificados, mensajes de blanco o negro, a favor o en contra, sin matices, por lo que no se produce el debido encuentro que alumbra las grandes decisiones. La tolerancia, la discrepancia, y el compromiso final, han sido sustituidos según él por la simplificación que a su vez ha llevado al populismo de pretender arreglar con recetas sencillas problemas que son complejos.

Fernández Vara ha explicado el por qué de su nueva estrategia de comunicación política personal, que pasa ahora en buena parte por las redes sociales. Hace unos meses, contó ante los académicos y resto de público este viernes, se planteó lo que hacía –su blog, por ejemplo- y concluyó que estaba “fuera de honda”, ya que la plaza pública de encuentro había cambiado y necesitaba hablar a la gente en “la glorieta de Cuatro Caminos virtual” que son las redes sociales. Instagram y vídeos, le recomendaron, y empezó con estos últimos para toparse pronto con alguna crítica de “quien me decía que no valen para nada, pero él no lo hizo nunca, entonces qué sabe”.

Él tampoco está seguro de lo que hace –“estamos todos probando”- y ya le han avisado de “cómo se te ocurre”. “Estoy comprobando el impacto, y la única manera de saber lo que piensa la gente es provocarles y leer los comentarios, muchos insultando pero otros de mucho calado”.

Cambio climático, sanidad

El presidente de la Junta ha reprochado también que nadie habla, ni se preocupa, ni previene los efectos crecientes del cambio climático, que en el mundo moverá a 200 millones de emigrantes en los próximos años, y en España aumentará la temperatura en entre dos y cinco grados en el horizonte de 50 años. “Estamos renunciando a cambiar el mañana, para trabajar solo la realidad presente con métodos del pasado”.

La demografía, reducción de población joven e infantil, es otro problema patente en que si hace 35 años cada año entraban en el sistema educativo extremeño 17.000 niños cada curso, ahora son solo 8.800. Una natalidad que no se incrementa con subvenciones según Vara sino facilitando a las parejas jóvenes “proyectos de vida”.

Como una constante en sus discursos, Fernández Vara ha abordado el problema de la sostenibilidad económica en la sanidad pública española, y la necesidad de aportar fondos con algún impuesto relacionado con el medio ambiente. El sistema sanitario, afirma, ha “rechinado” con el problema de la hepatitis C, cuando aparece un medicamento que salva vidas y entonces el sistema público tiene que financiarlo sí o sí, pero es el principio de los tratamientos muy caros.

Ha planteado la necesidad también de una formación permanente del profesorado, que de entrada no tiene un MIR como los médicos, y dentro de la educación le parece patético que a estas alturas todavía el debate esté centrado en las horas de religión cuando otros países “se habla del futuro” con nuevos sistema pedagógicos que, por ejemplo en Finlandia, suprimirán las asignaturas como tales.

Hay dinero suficiente

En su opinión el problema de la Hacienda nacional, con déficits continuos astronómicos, que siguen engordando como una bola y que explotarán, es la insuficiencia del sistema recaudatorio de impuestos, por su escasa progresividad, desigualdad, y la gran bolsa de fraude, tanto el grande como “los muchos pequeños”.

La economía española “tiene recursos suficientes como para que no haya déficit” siempre que se haga una buena reforma fiscal.

Turismo chino

El presidente de la Junta, por otro lado, y mencionando la buena marcha del sector económico turístico, ha anunciado que a final de mes firmará un acuerdo con una gran agencia mayorista china que trae a España uno de cuada cuatro turistas que vienen de esa nacionalidad.

Y además en el mismo Madrid, a escasa distancia, viven 200.000 chinos con “buen poder adquisitivo” y que buscan precisamente lo que ofrece Extremadura: naturaleza, gastronomía y patrimonio histórico.