La mina de litio Cáceres renuncia a los 19 millones del Perte ante los numerosos obstáculos al proyecto

La promotora de la mina de litio de Cáceres ha anunciado que renuncia a la subvención de más de 18,8 millones de euros del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado con lo que confirma el retraso de este proyecto, que se quiere poner en marcha a solo dos kilómetros del casco urbano de la ciudad, por los numerosos escollos que se está encontrando en el camino.
Extremadura New Energies ha explicado que la aceptación de la ayuda del Ministerio de Industria conllevaba aparejados unos plazos de ejecución (los trabajos debían empezar antes de que acabara 2028) que no son realistas ahora para la empresa, la que ya se le denegó una solicitud de extensión del tiempo permitido para usar la subvención.
La compañía achaca esta decisión al “nuevo escenario de tramitación administrativa” de la mina de litio después de que la Junta de Extremadura haya solicitado información adicional sobre seguridad sanitaria y medioambiental, y acerca de la solvencia de la empresa. El Gobierno extremeño da seis meses a la empresa para atender este requerimiento con la posibilidad de prorrogar este plazo tres meses más. En concreto, la administración autonómica quiere conocer en profundidad el proyecto de explotación, el de la planta de beneficio, el estudio ambiental, las infraestructuras de gas y de luz, y que quede “bien acreditada” la solvencia económica y el plan de financiación, explicó la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán, en la Asamblea.
Precisamente ahora, tras la renuncia a las ayudas públicas del Perte, la empresa ha anunciado que va a “actualizar” su modelo financiero, en el que deberá reflejar la situación actual del mercado del litio, otros de los escollos de un proyecto muy polémico, que desde que se dio a conocer ha suscitado un destacado rechazo social en Cáceres.
La drástica bajada del precio del litio, de hasta un 80%, se ha visto reflejada en una caída en bolsa de las acciones de la minera australiana Infinity Lithium, a la que pertenece Extremadura New Energies. El exceso de oferta y la poca demanda actual explican la fuerte caída del mineral en el mercado, en general por el lento desarrollo del vehículo eléctrico, aunque el mineral también se usa para las baterías de móviles y ordenadores.
Y estas turbulencias han tenido consecuencias en la empresa matriz, que en septiembre, con las acciones de la compañía en mínimos, anunció recortes presupuestarios que, según aseguró entonces la promotora del proyecto de Cáceres, no afectarían a la mina extremeña ni a su presupuesto.
La inversión inicial prevista supera los 1.430 millones de euros y, según el consejero delegado de Extremadura New Energies, Ramón Jiménez, se va a optar ahora por nuevas rondas de financiación, entre ellas la convocatoria para baterías del Fondo de Innovación 2024 de la Comisión Europea, las ayudas de apoyo a la cadena de valor industrial de energías renovables y de almacenamientos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Fondo de Innovación de la Comisión Europea para Tecnologías de Emisión Cero, y la línea de Incentivos Regionales.
La situación actual se contrapone con el apoyo que el Gobierno de María Guardiola ha dado al proyecto minero de Cáceres. En junio de 2024 lo declaró de interés autonómico (Premia), solo cinco días después de que la mercantil presentara la documentación para la tramitación de la concesión directa del yacimiento, y a pesar de la división que hay entre los vecinos y los empresarios locales, como ha quedado de manifiesto en las convocatorias de protesta que se han celebrado.
Al ser un proyecto Premia, la Junta de Extremadura se compromete a gestionar de forma prioritaria y urgente el proyecto, es decir, a agilizar la burocracia y trámites; a la concesión directa de subvenciones para el empleo y a la expropiación forzosa de terrenos conforme a la ley, en el caso de que sea necesario, como consecuencia de la declaración de utilidad pública o interés social del proyecto.
Hace solo siete meses, la previsión de Extremadura New Energies era contar con la concesión de explotación antes de que finalizara 2024 para que las obras comenzaran a principios de este año, de forma que a finales de 2026 o inicios de 2027 se producirían las primeras toneladas de hidróxido de litio de Cáceres. Un calendario que ya no se podrá cumplir.
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