El Ministerio de Transportes ha tardado 16 meses en el simple acto de licitar y poder adjudicar la realización de un estudio previo para definir la mejor ubicación de la nueva estación ferroviaria del norte extremeño, la de Plasencia, ya que la actual ha quedado en total fondo de saco porque está fuera de la nueva línea de alta velocidad, y las vías acaban en una topera ya que lleva casi 40 años desaparecida la otra línea que llevaba al norte, a León.
La situación actual de la estación hace que pese a la importancia de la propia ciudad, y de un entorno en el que hay otras ciudades como Coria, los trenes más rápidos, los Alvia, pasen de largo sin parar.
Un panorama peor que el de Mérida, cuya instalación también está en fondo de saco respecto al trazado Cáceres-Badajoz, pero no así respecto al Badajoz-Ciudad Real.
En julio de 2023 el Ministerio de Transportes que ahora dirige Óscar Puente anunció la convocatoria de un estudio para definir la nueva estación del norte extremeño. Pero meses después, en febrero de 2024, quedó desierto porque no se presentó ninguna empresa, alegando las mismas que el presupuesto, 349.175,75 euros, era insuficiente.
El silencio posterior indignó al Movimiento Norte Extremadura, que tuvo que salir a reclamar una nueva convocatoria. Finalmente el Ministerio ha anunciado este lunes 25 que por fin ha adjudicado el estudio.
Por 24.600 euros
Se han perdido 16 meses, desde julio de 2023 que se anunció la primera convocatoria, por una diferencia de solo 24.656 euros, que es la que hay entre el primer presupuesto de licitación, y el montante por el que se acaba de adjudicar, 373.831.
Pero ahora los ténicos adjudicatarios tienen nada menos que dos años de plazo para hacer el estudio. Luego el Ministerio tendrá que analizarlo, decidir, aprobarlo; posteriormente convocar y adjudicar el proyecto técnico de ejecución, y luego lo mismo con la realización de la obra, que a su vez requiere un proceso previo de expropiaciones.
En el norte extremeño estiman en varios años, dado los plazos administrativos y legales, y de ejecución material, los que se tardarán en que les incorporen a la nueva línea ferroviaria, futuramente de alta velocidad (no antes de 2032) Madrid-Extremadura (Badajoz)-Lisboa.
Una línea en la que un gran tramo, Madrid-Extremadura (Navalmoral/Talayuela), lleva además seis años pendiente de que el Ministerio de Transportes tenga la valentía política de decidir por dónde va.