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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Tax the rich

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Estamos asistiendo en los últimos meses a una metamorfosis sorprendente de ciertos sectores de la sociedad, que antes tildaban de bolivarianas y comunistas medidas que hoy aseguran que son de sentido común. Pareciera en algunos momentos que Úrsula Von Der Leyen estuviera copiando el programa de Unidas Podemos punto por punto. Ahora resulta que ya no es una marcianada decir que hay que reformar el mercado eléctrico por ser injusto y que hay que poner impuestos a las grandes fortunas que antes contribuían poco, o nada, a la caja común de los estados.

Por eso es una gran noticia el acuerdo alcanzado en el seno del gobierno de coalición en este sentido. PSOE y Unidas Podemos han logrado un acuerdo histórico en materia de fiscalidad, por el que aquellos que más tienen comenzarán a aportar un poco más a las arcas públicas. Una medida que Podemos lleva reclamando desde hace años, y que, al igual que la subida del SMI o el tope al gas, al principio era inviable, y ahora totalmente factible.

Gracias a ese acuerdo las grandes empresas, las grandes fortunas y los grandes accionistas empezarán a pagar lo que les corresponde. No es de recibo que, hasta ahora, los beneficios de las grandes empresas hubieran aumentado en los últimos 15 años en 50.000 millones de euros, pero lo que pagan en impuestos se haya reducido en 10.000 millones, gracias a los agujeros que el PP realizó en el impuesto de sociedades.

Los que más tienen, tienen que aportar más. Es algo tan lógico que hasta la OCDE, que poco tiene de bolivariano, con el país más liberal a la cabeza, EEUU, ya determinó hace más de un año. 136 países aprobaron que había que poner un mínimo de impuestos para las grandes fortunas.

Y, aunque nos ha costado, como todas las medidas que suponen un avance significativo, hemos logrado que el PSOE acepte gravar a las rentas más altas y, al mismo tiempo, reducir impuestos para las familias trabajadoras de este país. Es lo justo, y más en tiempos de crisis como el que estamos viviendo.

Lo que ocurre a nivel nacional también pasa aquí. El presidente de la Junta anunció esta misma semana “la mayor bajada de tasas de la historia”. Un anuncio que aplaudimos porque sigue la senda que le marcamos durante la negociación presupuestaria. Nosotras ya le indicamos que para ayudar a las familias en este invierno incierto había que reducir algunas tasas públicas.

Alivio para las familias

Nos alegramos enormemente de que nos haya hecho caso, y estamos deseando conocer la letra pequeña para saber si realmente se van a cumplir nuestras pretensiones de aliviar las economías de las familias y también de las PYMES y autónomos. Sin embargo, somos realistas y mucho nos tememos que este no es más que un anuncio grandilocuente como a los que nos tiene acostumbrados el presidente Vara, pero que, luego, a la hora de materializarse, se queda en nada. Como ha ocurrido, precisamente, con el “decretazo” del litio, que nos lo vendió como si Extremadura se fuera a convertir en un importante polo industrial de transformación de esta materia prima, y después de estudiar el documento, vemos que nada más lejos de la realidad. Que no hay nada de eso, y que lo único que viene a decir ese “decretazo” es que va a regar con dinero público a las grandes empresas mineras.

Como digo, esperaremos a conocer la letra pequeña de esa bajada de tasas, aunque está claro que la reducción de los precios de las licencias de caza no supondrá un alivio importantísimo para las economías domésticas. Este no es más que otro guiño del señor Vara al sector más mimado por el gobierno socialista.

Lo que sí que celebramos es que por esta vez no haya copiado el discurso a la derecha y no haya aceptado la reducción de impuestos que plantea el Partido Popular. Nos alegramos porque ese mantra que repite la derecha cada vez que se acercan las elecciones es muy peligroso porque solo plantean reducción de impuestos para los que más tienen y con ello el debilitamiento de nuestros servicios públicos.

La reducción de la carga fiscal que pregona el PP cuando está de campaña electoral es solo una reducción de “boquilla”. El PP es el partido que más subidas de impuestos ha realizado en la historia fiscal de España. De hecho, el gobierno de Mariano Rajoy es el que más impuestos ha subido. 40 en los primeros años de su primera legislatura, mientras que, al mismo tiempo, aprobó una amnistía fiscal para los ricos. ¿No está claro aún qué intereses defienden?

Con los impuestos se financian la Sanidad, la Educación o el sistema nacional de la Dependencia. También se pagan las pensiones o se financian los permisos maternales o paternales. Pero esto a la derecha le da igual porque ellos pueden costearse tratamientos médicos, escuelas privadas o cuidadores personales. Por esto es tan importante que se aborde una reforma fiscal justa para que uno de los principios rectores del sistema fiscal, como es el de la redistribución de la riqueza, se cumpla. 

Estamos en el camino. Nos queda mucho todavía por recorrer, pero los avances que estamos consiguiendo para las clases trabajadoras demuestran que existen otras formas de hacer política. 

 Seguimos.