Las ayudas de comedor escolar solo llegan al 6 % del alumnado de infantil, primaria y ESO en Extremadura, por debajo del 11,2 % de la media nacional, según un estudio de Save The Children, que cifra en más de un millón los niños bajo el umbral de la pobreza en España que no reciben beca de comedor. El motivo, según la organización, son las desigualdades territoriales en el presupuesto destinado y los requisitos de acceso, además de la falta de comedores en centros educativos.
Representantes de la ONG han afirmado en la presentación del informe “Garantizar comedor escolar sano y gratuito a toda la infancia en riesgo de pobreza” que las ayudas de comedor escolar llegan solo al 11,2 % del alumnado de infantil, primaria y ESO, a pesar de que la pobreza infantil en España se sitúa en el 27,4 %. “Las diferencias entre comunidades son abismales”, ha apuntado el especialista en Educación de Save the Children, Álvaro Ferrer, que ha indicado que el umbral de renta requerido varía, muchas exigen un nivel por debajo del propio umbral de la pobreza para conceder la ayuda o que, a pesar de cumplir los requisitos, muchas familias no la reciben por falta de presupuesto disponible.
Las disparidades de cobertura entre comunidades van del 1,9 % del alumnado en Murcia al 25,2 % en Canarias, mientras que solo Euskadi atiende a todos los menores en riesgo de pobreza. Además, Murcia, Melilla, Ceuta, Aragón, Extremadura, La Rioja y Castilla-La Mancha excluyen a los alumnos de la ESO en estas becas.
En cuanto a la falta de comedores escolares, Ferrer ha afirmado que solo uno de cada diez institutos públicos dispone de uno y únicamente el 3 % de los niños accede a este servicio, frente a que el 90 % de los centros privados o concertados tiene uno y más del 25 % de su alumnado lo usa.
Desde la ONG piden al Ministerio de Educación que destine una partida de los fondos europeos para asegurar que todo niño bajo el umbral de la pobreza reciba este servicio de forma gratuita, el cual, según diversos estudios internacionales, produce beneficios en la salud, la alimentación, el aprendizaje, la concentración o el desempeño escolar de los niños.
Asimismo, la responsable de Incidencia Política de Save The Children, Carmela del Moral, ha afirmado que los comedores son una “vía de inclusión e integración” y garantizan una “actitud menos estigmatizante” hacia estos colectivos vulnerables.
Del Moral ha asegurado que invertir en comedores escolares también tendría un impacto positivo en la economía, ya que, además de ayudar a esas familias, generaría empleo y permitiría dinamizar las economías locales al fomentar el consumo de productos locales y saludables, en un contexto en que el 28,1 % de los menores padece obesidad.