Comienza el frío y puede ser un problema en algunos colegios, donde se recomienda la ventilación de las aulas para evitar el contagio de la Covid-19 por aerosoles. Por ello, la Consejería de Educación y Empleo ha realizado mediciones de CO2 en varios centros educativos de la región para evaluar la eficacia de las pautas de ventilación propuestas.
Según la Junta, en estas evaluaciones han constatado niveles “adecuados” de CO2, por lo que se demuestra “que los centros se están ventilando correctamente”.
La conclusión provisional del estudio, que está elaborando el Servicio de Salud y Riesgos Laborales de Centros Educativos, es que en los espacios donde se adopten las pautas de ventilación propuestas en el protocolo, los equipos de purificación de aire provistos de filtros HEPA aportarían un incremento de seguridad “muy limitado”, por lo que, antes de adquirirlos, “habría que analizar muy detenidamente la relación coste-beneficio”.
A juicio de las autoridades educativas, la “diligente” aplicación de las medidas de ventilación por parte de los centros, combinada con el resto de las medidas, como son la utilización de mascarillas, la higiene de manos frecuente, el control de personas asintomáticas y la distancia, entre otras, está permitiendo mantener unos niveles de incidencia en el ámbito educativo “mucho menores” que los registrados en otros sectores de actividad.
Entre las pautas de ventilación, se propone dejar abierta una de las hojas de las ventanas un par de centímetros, o completamente abierta -con la persiana parcialmente bajada-, y abriendo puertas y ventanas durante los cambios de clase, así como el uso de mascarilla, “lo que disminuye la eventual contaminación del aire”.
Con estas pautas, insiste la Junta, se podrá controlar el riesgo de transmisión de coronavirus por aerosoles.