Así tituló un artículo de prensa, el 8 de noviembre de 2006, un redactor de un medio informativo.
La motivación que inspiró al periodista a elegir tan acertado título, no fue otra que poner en valor la actuación poco ética de la Consejería de Educación. Después de que PIDE participara activamente en todas y cada una de las reuniones para la elaboración del “Acuerdo para el desarrollo de las condiciones laborales del profesorado (publicado en el DOE el 1 de marzo de 2007, que dimanaba del acuerdo de 2006 firmado por PIDE)”, la Consejera, presionada por determinados sindicatos, decidió imponer el día de la firma del acuerdo el mismo día que PIDE tenía convocado un día de huelga y una manifestación en el IES Santiago Apóstol de la localidad de Almendralejo (7 de noviembre de 2006), en apoyo de un profesor del centro por un incidente con un alumno. A la huelga se sumaron oficialmente más de 100 centros docentes a los que se unieron individualmente infinidad de docentes para defender no solo a este profesor, sino también como expresión del hartazgo de los docentes ante este tipo de situaciones y fue uno de los detonantes por los que se consiguió que la fiscalía reconociera cómo autoridad pública a los docentes, así nos lo anunció el fiscal Jefe de aquel entonces; noticia que recogió la prensa el 22 de noviembre de 2006: “El fiscal jefe […] anuncia al sindicato PIDE el endurecimiento de las penas que solicita. De falta leve como es ahora pasarían a considerarse delitos que pueden acarrear penas de prisión”.
Los docentes del centro solicitaron ayuda a todos los sindicatos, pero solo PIDE (los demás abandonaron el centro educativo donde nos citaron) permaneció firme y nos ofrecimos, sin pancartas sindicales, sin logos, para lo que fuera necesario. Convocamos la huelga, legalizamos la movilización y asistimos sin ningún distintivo para dar protagonismo exclusivo a los docentes y fue, como es sabido, un rotundo éxito.
La consejera de turno, que ejercía su labor en 2006, declaró en prensa que poner el día de la firma el mismo día de la huelga que había convocado PIDE, no era un castigo al Sindicato; sin embargo, nadie dudó, ni la prensa, ni los docentes, ni las familias…, que fue un claro intento de poner al Sindicato en una difícil tesitura. Pero los que quedaron en evidencia fueron ellos: la consejera y los sindicatos tradicionales. Al final, PIDE hizo su labor, tiró para adelante con la convocatoria de huelga y miles de docentes apoyaron la justa reivindicación. Hay que reconocer la habilidad del periodista que puso el titular a la noticia, porque en pocas palabras (“El Sindicato PIDE se movió y no salió en la foto”), consiguió el compendio más exacto de cómo funciona la manipulación más palmaria.
No es fácil llegar a acuerdos con organizaciones que están tan ideologizada; sin embargo, con todas las diferencias, hemos conseguido entre todos (Sindicatos y Consejería de Educación) un nuevo acuerdo de “Licencias y Permisos” que mejora sustancialmente el anterior y que entrará en vigor el día 1 de septiembre de 2022 (publicado en DOE el viernes 26 de agosto). Hemos conseguido, entre otras mejoras: días remunerados por asuntos particulares, permisos para la asistencia a actividades de formación del profesorado en horario lectivo, permisos parcialmente retribuidos del personal docente no universitario, avances en la conciliación de la vida familiar y laboral, etcétera.
En este acuerdo de mejoras laborales para los docentes de la educación pública firmado el 9 de junio de 2022, PIDE se ha movido y mucho, ha presionado y mucho; pero esta vez no han podido evitar que salgamos en la foto. Acuerdo que, además, es revisable para seguir mejorándolo.
Creo que era necesario no solo poner en valor las mejoras conseguidas para el próximo curso, sino también hacer una pequeña revisión histórica de cuán difícil resulta esquivar los continuos intentos de manipulación de aquellos que deberían emplear sus energías en conseguir mejoras para todos.