El interés por instalar comunidades energéticas ha crecido en los últimos tiempos en Extremadura, aunque esta apuesta común de espacios residenciales, barrios y pueblos por impulsar proyectos de energías renovables se ve “lastrado” por la ausencia aún de una ley nacional que regule estos proyectos.
El presidente del Clúster de la Energía de Extremadura, Vicente Sánchez, ha manifestado a EFE que “interés hay por esta fórmula, pero el problema es que no existe una ley al respecto en España”, por lo que el país “lleva ya dos o tres años de retraso en relación a otras naciones que ya han impulsado esta normativa”.
Después de la llegada de la directiva comunitaria para definir estas comunidades energéticas, en España se han llevado a cabo ya “diversos borradores” para impulsarla que sin embargo no han llegado aún a buen puerto, ha lamentado.
La necesaria ley nacional, que “ya llega tarde”, es “fundamental” para determinar qué son las comunidades energéticas, quiénes pueden formar parte de ellas o cómo pueden optar a las distintas ayudas, ha manifestado Sánchez. En este sentido hay ya “un gran interés y múltiples ejemplos” de comunidades energéticas en Extremadura, fórmulas que sin embargo son prudentes tras su constitución debido a esta ausencia de normativa nacional.
Sánchez ha afirmado que el concepto de comunidades energéticas “va mucho más allá” de la energía solar, pues también incluye la apuesta conjunta de los vecinos por la biomasa, los puntos de recarga y la adquisición de vehículos eléctricos compartidos para favorecer la movilidad eficiente y el ahorro económico.
El Clúster de la Energía extremeño realiza además un “ambicioso esfuerzo” por incentivar en espacios residenciales, barrios, cooperativas y municipios extremeños la unión de los vecinos o socios para que configuren esta fórmula, lo que también sirve para luchar contra la despoblación. Según ha manifestado, las comunidades energéticas y la instalación de energías renovables en los pequeños municipios fija a la población por los empleos que generan en cuanto a instalación y mantenimiento.
Además de los ahorros generados, la incidencia del calentamiento global conciencia cada vez más a la ciudadanía sobre la importancia de este tipo de instalaciones. Después de un nuevo invierno con temperaturas por encima de lo habitual, Sánchez ha reconocido que quizá se precise menos energía para calefacción, pero de la misma forma “se necesitará más para combatir el cada vez mayor calor en verano”.