“Extremadura es ya un referente por ofrecer costes energéticos más reducidos a las empresas que quieren instalarse”

Santiago Manchado

24 de octubre de 2021 12:24 h

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La Consejería para la Transición Ecológica y la Sostenibilidad contará para el año que viene con un presupuesto de157,2 millones de euros, un 70 % más respecto a este ejercicio. Es la que más crece en términos porcentuales y dedicará ocho de cada diez euros a inversiones. Además, Extremadura dispondrá de, al menos, 180 millones de euros de los fondos europeos de recuperación en el área de Transición Ecológica para actuaciones como construcción de depuradoras, defensa de la biodiversidad y fomento de la movilidad eléctrica.

La consejera, Olga García, pone en valor la importancia de estas cifras para generar empleo, invertir en ayudas y obras públicas con el fin “alimentar” la recuperación económica y también para impulsar la reindustrialización de Extremadura aprovechando el nuevo modelo de crecimiento que se impulsa desde Europa y el Gobierno de España.

Las energías renovables son uno de los pilares en los que se sustentan los fondos europeos de recuperación. ¿Cuál es la situación de partida de Extremadura?

Más del 40% de la inversión del Plan de Recuperación en España se destina a la transición ecológica y ahí tienen un especial protagonismo las energías renovables y Extremadura está muy bien posicionada en cuanto al desarrollo de energías renovables: somos la primera Comunidad Autónoma en potencia fotovoltaica instalada y la segunda en potencia termosolar. Sin embargo, aún tenemos un largo camino que recorrer para convertir el principio de la UE de 'la eficiencia energética lo primero' en una práctica habitual en Extremadura. Para ello, el apoyo decidido que venimos prestando en los últimos años al fomento de las energías renovables se va a ver multiplicado con los fondos de recuperación a través de más ayudas para la adquisición por particulares y empresas de nuevas instalaciones de energías limpias. Hablo del autoconsumo, que tiene que crecer exponencialmente, pero también me refiero a los biocombustibles, al hidrógeno verde, la biomasa y a las energías renovables térmicas. En este sentido, Europa nos apoya para que entre todos contribuyamos a la reducción del coste energético y a la generación limpia y sostenible de energía distribuida. Ahí también queremos ser un referente.

¿Qué va a posibilitar los fondos asignados a Extremadura? ¿Serán las energías renovables el motor de la recuperación?

Los fondos de recuperación van a contribuir de forma muy importante a afrontar los retos climáticos y de sostenibilidad que tenemos por delante. Y simultáneamente suponen una importante inyección inversora que alimentará la recuperación económica. Vamos a disponer de, al menos, 180 millones de euros para invertir en ayudas y en obra pública, es decir, en apoyar la generación de empleo y de riqueza sobre todo el territorio regional. En Extremadura estamos comprometidos con un desarrollo sostenible y sostenido. Estamos impulsando un nuevo modelo de crecimiento más sólido y eficiente. Nuestro Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima (PEIEC) conlleva una inversión de más de 18 mil millones de euros en esta década, el 90% de la cual será privada.  No hay otro proyecto de desarrollo que tenga un calado inversor mayor por eso estoy convencida de que el desarrollo renovable es un pilar esencial del futuro de Extremadura.

¿En qué medida puede la transición energética contribuir a que la economía de la comunidad gane en competitividad y atraiga a empresas? 

Es algo que estamos ya viendo. El despliegue renovable favorece que Extremadura se considere ya un referente por ofrecer costes energéticos más reducidos a las empresas que quieran instalarse en la región. Las renovables posibilitan costes eléctricos más bajos y ese posicionamiento representa una oportunidad de atraer iniciativas industriales innovadoras a la región. Las empresas buscan ubicarse donde se les ofrece suficiente potencia energética para su producción y que sea respetuosa con el medio ambiente. Ahí somos tremendamente competitivos. 

Desde la Junta de Extremadura trabajamos para la reindustrialización con diversos proyectos que están supeditados al precio de la energía, porque ser competitivos hoy día en los costes energéticos es un componente decisivo para asegurar la viabilidad de cualquier iniciativa emprendedora. Además, la presencia de las renovables está favoreciendo la articulación de un nuevo sector productivo regional en torno a la energía que va a ganar presencia a lo largo de esta década. 

La transición energética suele entenderse como la instalación de energías renovables en detrimento de las energías fósiles, pero también hay que hablar de ahorro energético y movilidad eléctrica. En cuanto al ahorro, ¿qué impacto puede tener en Extremadura el autoconsumo y la rehabilitación energética?

En una región como Extremadura con una irradiación solar de más de 3.000 horas anuales no resulta óptimo que en octubre de 2021 sólo haya 1.587 instalaciones de autoconsumo. Es un dato sobre el que aún subyacen las barreras legales ilógicas al desarrollo de la autogeneración eléctrica que ya han sido, afortunadamente, eliminadas. Pero, aun así, el dato es bajo dado nuestro potencial y dado que una instalación de autoconsumo fotovoltaico es rentable por sí misma, sin necesidad de subvenciones. Queremos que en 2030 haya, al menos, 60.000 viviendas que generen su propia electricidad. Para conseguir este objetivo va a resultar un gran incentivo la próxima convocatoria de ayudas para autoconsumo, cuya aprobación está prevista para  finales de noviembre  y que contará con un montante de 12,5 millones de euros procedentes de los fondos de recuperación. 

Algo similar sucede con la edificación. En Extremadura más del 60% de los edificios de viviendas multifamiliares tiene una antigüedad superior a 40 años lo que significa que no son energéticamente eficientes, es decir, que se consume más energía de la necesaria. No podemos permitirnos ese despilfarro. Hemos previsto en el PEIEC rehabilitar 24.000 viviendas hasta 2030 lo que supone un importante esfuerzo dado el promedio histórico, con mejoras en la envolvente térmica y una actualización de los equipos térmicos de acuerdo con los nuevos estándares del Código Técnico de Edificación. 

¿Y en cuanto a la vivienda nueva?

Para las nuevas construcciones estamos impulsando el autoconsumo eléctrico, las infraestructuras enfocadas al vehículo eléctrico, la implementación de energías renovables térmicas y el fomento del edificio de consumo energético casi nulo. Pero también tenemos que referirnos  a la necesidad de reducir la intensidad de energética de uso final mediante ahorros en iluminación, calefacción o refrigeración en viviendas y también sectores como la hostelería o los establecimientos comerciales, sin olvidar los edificios públicos. Me gustaría destacar que el sector privado es una herramienta necesaria para acelerar la implantación de la eficiencia energética y la electrificación, el colaborador imprescindible. Y considero que tiene que observar este proceso como una oportunidad de negocio y como una contribución a la sostenibilidad global. El mensaje es que la  eficiencia energética funciona porque es económicamente rentable para todas las partes. 

 El Plan Extremeño Integrado de Energía y Clima contiene objetivos que a simple vista parecen ser ambiciosos en cuanto a la movilidad eléctrica. ¿Lo son?

Son unos objetivos prudentes y factibles. Alcanzar los 30.000 vehículos eléctricos en 2030 representa un gran reto si tenemos en cuenta el punto de partida y las características geográficas y socioeconómicas de nuestra región. En 2020 apenas se matricularon 328 vehículos eléctricos en Extremadura, por lo que el cambio de modelo que supone la electromovilidad requiere un gran empuje para conseguir un modelo de transporte respetuoso con el medio ambiente. 

Extremadura lleva años apostando por los vehículos de energías alternativas y estos esfuerzos se ven ahora reforzados con los fondos europeos que van a suponer un acicate para que la ciudadanía extremeña sea un participe proactivo de este proceso gradual hacia la sostenibilidad del transporte. Tenemos que recordar que el transporte es el responsable en nuestra Comunidad de un 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero por lo que si queremos alcanzar la neutralidad climática debemos acelerar para desplazar los combustibles fósiles contaminantes. 

¿Cuándo prevé su Consejería que puedan convocarse las ayudas del Plan Moves?

Las bases reguladoras y la convocatoria del programa MOVES III ya están en información pública y estimamos que en un par de semanas se aprueben por Consejo de Gobierno. Vamos a poner en la calle casi 9 millones de euros en una convocatoria que va a estar abierta durante un par de años para que los potenciales beneficiarios dispongan de un estímulo continuado para adquirir vehículos limpios e instalar puntos de recarga. Es un proceso escalonado pero imparable. 

¿Pueden ser, en esta ocasión, las zonas rurales las protagonistas del cambio de modelo económico?

La transición energética requiere un planteamiento territorial no sólo porque el territorio es una parte muy relevante de la solución, sino también porque las oportunidades asociadas a la transición ecológica pueden y deben optimizarse para orientarse a las áreas rurales. Hay que recordar que la Estrategia de descarbonización de España considera que el despliegue y el desarrollo industrial y de conocimiento asociado al desarrollo de las energías renovables, las redes eléctricas, el hidrógeno renovable y las tecnologías de almacenamiento en el territorio, deben articularse como una herramienta de desarrollo rural.

En estos momentos en la Asamblea de Extremadura, con el consenso de las cuatro fuerzas políticas con representación parlamentaria, se tramita una propuesta de ley de medidas para hacer frente al reto demográfico. Un capítulo de este proyecto de ley integra las políticas destinadas a transición ecológica regulando cuestiones relativas al fomento de las energías renovables y a la economía circular y destacando el impulso a las oportunidades de desarrollo sostenible ligadas a la promoción del autoconsumo renovable y de las comunidades energéticas locales. 

En nuestro PEIEC se calcula que el 74% de los impactos beneficiosos derivados, entre otros, de las renovables tienen un destino preferente en el medio rural. Esto supone que tres cuartos de los 5.300 millones de euros y de los más de 2.100 millones de rentas derivados del desarrollo del PEIEC se quedan en las zonas rurales. Muchos de nuestros pueblos ya son un ejemplo de sostenibilidad. La transición ecológica debe permitirnos que el medio rural se dinamice económicamente y mejore la empleabilidad. Apostamos por vehicular las oportunidades de desarrollo hacia las zonas rurales en Extremadura que tienen los recursos y las potencialidades necesarias para encabezar la transformación hacia una economía más limpia y respetuosa con el medio ambiente.