La Junta de Extremadura, con su presidente de la cabeza, Guillermo Fernández Vara, los sindicatos UGT y CCOO y el Ayuntamiento de Monesterio harán un frente común para impedir el cierre de la mina de níquel de Aguablanca, tras el ERE de extinción de empleo presentado por la multinacional Río Narcea.
La empresa comunicó ayer a los trabajadores el cierre de esta planta, ubicada en el citado municipio pacense, limítrofe con Andalucía, lo que supondría la pérdida de unos 400 puestos de trabajo entre los empleados directos de la multinacional y los de las empresas subcontratadas.
Tras darse a conocer ayer la noticia a través del comité de empresa, el presidente extremeño se ha reunido esta mañana en Mérida con sus integrantes, en un encuentro al que han asistido los secretarios generales de UGT y CCOO en Extremadura, Francisco Capilla y Julián Carretero, respectivamente, así como el alcalde de Monesterio, el socialista Antonio Garrote.
Fernández Vara ha anunciado que ha pedido una entrevista urgente con el ministro de Industria, José Manuel Soria, para tratar de parar el cierre de la mina, que Río Narcea justifica por el desplome de los precios del níquel y el cobre.