Sobre fichajes políticos para concurrir a las elecciones nos acordamos del Partido Comunista de España y de su secretario general, Santiago Carrillo, que antes de las elecciones del 28 de octubre de 1982 intentó convencer a Víctor Manuel y Ana Belén. Como sendos fichajes resultaron frustrados (Víctor y Ana echaron balones fuera) no podemos valorar su repercusión electoral. Luego nada que ver con el 3,18% de los votos obtenidos por el PCE y el 0,75% por el PSUC aquel 28-O.
Una década después hubo un fichaje político que fue portada. A cuatro columnas: Golpe electoral de González con el fichaje del juez Garzón como “número dos” por Madrid, y lo ilustraban con una foto de la entrevista que mantuvieron los dos en La Moncloa el día anterior. El 6 de junio de 1993 el PSOE ganó las elecciones generales, y para la memoria quedaron las palabras de Felipe González aquella noche electoral: “He entendido el mensaje”. Poco después, tuvimos la impresión que el fichado para defensa central, Garzón, acabó metiendo goles no precisamente en la puerta de los contrarios.
Hace escasos días Podemos emitió un comunicado en el que lamentaba el no definitivo de Alberto Garzón. El texto recogía que Podemos daba por terminadas las conversaciones destinadas a encontrar una fórmula que facilitase su incorporación a la candidatura de Podemos para las elecciones del próximo 20-D. Por su parte, Garzón manifestaba que las conversaciones nunca fueron en torno a su figura, que eran sobre acuerdos entre organizaciones, y que no entiende la política como un mercado de fichajes.
Poco después, nos enteramos que el exmilitante socialista Alberto Sotillos, quien intentó presentarse a las primarias del PSOE para disputar la secretaría general a Pedro Sánchez, se incorporaba como número tres en la circunscripción de Madrid a la candidatura a las primarias de la plataforma Ahora en Común en apoyo de Garzón. Atrás dejamos el fichaje fallido de Beatriz Talegón por parte de Podemos. La noche del 20-D veremos los resultados de las políticas de fichajes sí, fichajes no, de sendas organizaciones.
Hoy, 22 años y medio después de aquella portada, el mismo diario recoge fichaje del mismo partido y de su secretario general. Una columna dedican a la noticia, que sin foto subraya: “El fichaje de Lozano desata una tormenta en el PSOE”. Nos informan: que Pedro Sánchez la ficha de número cuatro por Madrid y, de entrada, para el área de regeneración democrática; que Fernández Vara le exige que pida perdón a los socialistas por sus descalificaciones durante cuatro años; que a Rodríguez Ibarra le parece conveniente que se ponga a la cola, que haga la mili antes de ocupar generalato. Escuchando y leyendo opiniones y votaciones de “pesos pesados del PSOE” parece que el fichaje servirá como número 12 de los equipos contrarios.
En el terreno futbolístico tenemos muestras sobradas de fichajes acertados provenientes de equipos contrarios. También de algunos que antes fueron descartados por los rivales.