El pasado viernes 23 de se dieron las circunstancias que permitieron la realización en el Hospital San Pedro de Alcántara de la primera trombectomía mecánica a un paciente con un infarto cerebral, ya que esta técnica puede realizarse en un intervalo de tiempo variable y consiste en la extracción del trombo (coágulo) por medios mecánicos que se introducen accediendo al sistema circulatorio, ha informado el Servicio Extremeño de Salud, SES.
Se trata de una técnica muy especializada, que precisa de una infraestructura y recursos multidisciplinares, que solo puede ser realizada por especialistas entrenados, fundamentalmente radiólogos, neurorradiólogos y hemodinamistas, que han estado formándose durante estos meses, añade el servicio en un comunicado.
Desde 2007 el Complejo Hospitalario´Universitario de Cáceres (CHUC) viene aplicando la trombolisis intravenosa tras el ingreso de un paciente en la Unidad de Ictus. En circunstancias muy seleccionadas por el protocolo, se enviaba el paciente al Hospital Universitario de Badajoz, dotado de la infraestructura necesaria para realizar este procedimiento.
El paciente intervenido el viernes ingresó temprano por la mañana en Urgencias y tras ser diagnosticado por el neurólogo de guardia, presentaba las características que permitieron que el equipo de terapia endovascular pudiera realizar la técnica con éxito.
Esta técnica se va a incorporar ya al Complejo Universitario de Cáceres dentro de la rutina de tratamiento del ictus. De esta forma el CHUC se incorporará de lleno a los hospitales que son considerados Centros de Ictus para minimizar las secuelas que se asocian con esta enfermedad y que producen diferentes grados de discapacidad. Desde febrero de 2017, Extremadura tiene implantado el Código Ictus, que duplica las posibilidades de minimizar esas secuelas gracias a un protocolo de coordinación de centros de salud, hospitales y Centro 112 con las unidades de Cáceres y Badajoz y al uso de la telemedicina.
El infarto cerebral se produce porque el flujo sanguíneo no llega a una determinada parte del tejido encefálico. Para disminuir el daño que puede causar la falta de sangre es fundamental diagnosticar y tratar con extrema urgencia a los pacientes que están sufriendo un ictus, siendo el objetivo final de este proceso restaurar el flujo sanguíneo a través de la recanalización de la arteria ocluida. En Extremadura se producen unos 3.000 casos de ictus al año que dejan secuelas físicas en casi el 80% de los casos.