Un agrupo de ladrones de aceitunas han atropellado esta mañana a varios agricultores y vecinos de Navalvillar de Pela, en su huida después de haber sido detenidos por la Guardia Civil, reprocha la organización agraria Apag Asaja Extremadura.
Pasado el mediodía, al poco de celebrase en la sede de la Consejería de Medio Ambiente en Mérida el encuentro convocado por el presidente de la Junta de Extremadura, y dirigido a analizar la situación de extrema gravedad provocada por la creciente oleada de robos en el campo, “uno o varios vehículos ocupados por ladrones de aceituna de almazara, de nacionalidad rumana, una vez detenidos por la Guardia Civil, se han dado a la fuga, atropellando a un grupo indeterminado de agricultores y otros vecinos de la localidad de Navalvillar de Pela”, indica la organización agraria en su web.
“De acuerdo con la escasa información con la que se cuenta y, en consecuencia, con todas las reservas, los heridos, que, según parece, son numerosos”, están siendo atendidos, al menos los más graves, en el centro hospitalario de Don Benito – Villanueva de la Serena.
El Servicio Extremeño de Salud confirma que en el hospital de Don Benito-Villanueva se ha atendido a tres personas, dos mujeres y un varón. Han sido dados de alta. Una presentaba un cuadro de ansiedad, otra una herida incisocontusa en pierna y la otra contusiones.
Desafortunadamente, son unos hechos que, “pudiéndose haber evitados, era previsible que acontecieran”, añade Apag Asaja. De la siguiente manera se dirigía su presidente, Juan Metidieri, a la Junta de Extremadura y a la Delegación del gobierno mediante escrito entregado el pasado día 30 de diciembre:
“Nuestros productores de aceitunas no pueden aguantar más, están viendo cómo en sus propios ojos se llevan el pan de sus hijos que con tanto esfuerzo y sacrificio han producido. Se sigue sin adoptar, por parte de las administraciones implicadas, medidas lo suficientemente disuasorias para evitar este tipo de actos. Este cáctel explosivo, de productores que defienden su fruto y de delincuentes llevándose las aceitunas y destrozando los olivos, está llevando a muchos agricultores a ponerlos literalmente en el disparadero, siendo ya incapaces desde esta organización de pararlos y teniendo un verdadero temor, más que fundado, de que cualquier día nos encontremos con una desgracia en el campo”.
UPA-UCE Extremadura, tras el ataque, ha reivindicado la puesta en marcha inmediata de las medidas acordadas con la Delegación del Gobierno y Presidencia de la Junta para frenar la “creciente violencia” que vive el campo extremeño.