Aunque al candidato socialista Luis Salaya no le disgustaría intentar ser alcalde con los votos de Podemos y Ciudadanos, sectores internos de su partido han aconsejado que no se recuperen aventuras tripartitas tan inciertas y que es mejor, como en el caso de Badajoz, hacer una buena oposición con candidatos en ambos casos jóvenes que tendrían mucho que decir dentro de cuatro años. Aunque sea una legislatura “llena de gritos”, vaticinan fuentes política cacereñas
El joven Salaya aparece muy ligado al aparato local de la ejecutiva del partido, y con menos margen personal de maniobra que otros cabezas de lista, frente a un numeroso grupo de 4 concejales de Ciudadanos nutrido como en otros casos de ex PP, que ha conseguido más de la mitad de los votos provinciales del partido, y un diputado provincial por el partido judicial cacereño, con lo que extiende por primera vez su estructura a la Diputación provincial.
Enfrente está un PP al que debilitan los liderazgos contrapuestos de la alcaldesa, Elena Nevado, y de su número dos en la lista y perdedor de la presidencia en la Diputación provincial, Laureano León. Más que acariciar la alcaldía, a León se le atribuye la idea de que sea la alcaldesa perdedora de la mayoría absoluta, Nevado, la que acarree con el desgaste de sacar adelante un gobierno en minoría, mientras él busca un respaldo a medio plazo en algún cargo electo nacional.