La máquina de radioterapia del Hospital de Mérida lleva 12 años funcionando, dos por encima de su ciclo útil de vida que son 10, y aunque ha estado “bien cuidada”, anda renqueando y cada vez falla más, de tal forma que solo en el último mes han sido cinco días los que no ha podido funcionar.
El Servicio Extremeño de Salud (SES) no oculta los fallos del aparato, que sirve a una amplia zona de la provincia de Badajoz, al área de Mérida que incluye Almendralejo, y también a la de Don Benito ya que hay pacientes de la Serena y Siberia que evitan así el desplazamiento más largo para darse las sesiones de radio en Badajoz.
El pasado martes, el mismo día que el diarioex se interesó ante el SES por el problema una vez que algunos pacientes habían iniciado la recogida de firmas, volvió a fallar, y aunque los técnicos acuden “rápidamente” a repararla según el Servicio de Salud, el asunto no parece tener vuelta de hoja y los servicios centrales del SES afirman tener en las manos un proyecto para cambiar varias de estos aparatos que han cumplido su ciclo de vida.
Este tipo de máquinas tienen una vida últil de 10 años contados desde la fecha de fabricación, y aunque esta de Mérida ha sido “cuidada” y no ha tenido el nivel de actividad de otras que están activas mañana y tarde, ronda ya los 12 años.
El coste de adquisición de cada aparato ronda los 300.000 euros.
En el último mes la del hospital emeritense ha atendido a 40 pacientes. La familia de uno de ellos, de la zona de Tierra de Barros, explica a eldiarioex que el paciente debía haber empezado su tratamiento el 20 de julio, “pero nos llamaron para que no fuera, por avería”. Esperó el 20 y 21, y pudo ir por fin el 22 y 23, y desde entonces la máquina ha vuelto a fallar en otras tres ocasiones según sus datos: 24 y 27 de julio, y el pasado martes 18 de agosto.
“El SES y el personal del hospital nos tratan muy bien –”los pacientes son en su mayor parte comprensivos“, dicen desde el servicio de salud-, pero estas cosas producen en los enfermos una incertidumbre que no es buena, nunca saben cuándo van a poder ser tratados”.