El Plan Integral para la Recuperación de la Tórtola Europea (PIRTE) que se desarrollará en Extremadura, por primera vez en España, apuesta por la gestión cinegética para la recuperación de la biodiversidad e incluye medidas como la habilitación de comederos con suplementos alimenticios.
El presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, presentó días atrás el plan en una rueda de prensa a la que han acudido en representación del Gobierno regional el director general de Medio Ambiente, Pedro Muñoz; y la jefa de servicio de Recursos Cinegéticos, Inmaculada Montero.
Junto a ellos estaban también el director de investigación de la Fundación Artemisan, Carlos Sánchez; el biólogo y técnico de FEDEXCAZA, Miguel Gómez; y el profesor de Universidad de Extremadura Gregorio Rocha.
El proyecto que desarrollará FEDEXCAZA incluye, además, siembras específicas y la creación de puntos de agua para, posteriormente, llevar a cabo un seguimiento de las poblaciones de tórtolas, así como trabajos de divulgación, publicidad, sensibilización y transferencia de resultados.
En una zona cercana al término municipal de Garlitos (Badajoz) se creará una unidad de gestión cercana a las 6.000 hectáreas con la colaboración de la sociedad local de cazadores y de un coto privado.
En algunos puntos no se permitirá ningún tipo de presión cinegética y en otros se podrá llevar a cabo una caza controlada o se continuará con la actividad habitual.
Además, la tórtola es una especie que tiende a retornar al lugar en el que cría, por lo que el proyecto PIRTE también trabajará en la zona del Parque Nacional de Monfragüe para hacer un seguimiento de las aves anilladas, que se viene desarrollando desde hace algunos años, aumentando los recursos para que la especie regrese y se incremente el éxito reproductor.
El plan se desarrollará en el marco de un convenio firmado entre la Fundación Artemisan y la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, con un plazo de ejecución entre los próximos meses de abril y octubre; y una dotación pública de casi 20.000 euros.
En los últimos 20 años ha desaparecido un 40 por ciento de las tórtolas en España, un problema que no se soluciona con la prohibición de la caza, sino con el desarrollo de un sector cinegético comprometido, ha señalado Gallardo.
Por otra parte, también se está trabajando en el proyecto Red de Cotos demostrativos unidos por el fomento de la caza menor y aves esteparias (RUFA), que pretende concienciar a cazadores, agricultores y ganaderos.
Se trata de un plan de recuperación ligado de forma directa a la acción del hombre sobre el medio para compatibilizar la rentabilidad agraria y actividad cinegética con la conservación de la biodiversidad en la zona de la Campiña Sur, concretamente en Llerena, de mano de la sociedad local de cazadores.
El objetivo de esta iniciativa es recuperar las poblaciones de perdiz roja y aves esteparias en España, a través de la creación de una red de cotos y fincas demostrativas en los que se implementan medidas de gestión agraria y cinegética.
El plan comenzará en noviembre, con una duración prevista de tres años, y tendrá una influencia sobre un área de 600 hectáreas, aunque solo se actuará en 11,8 de ellas.
Allí habrá márgenes multifuncionales, cultivos florales, franjas sin cosechar o “beetle banks”, con los que se pretende conseguir la recuperación de otras especies de insectos y micromamíferos, según Gallardo