La azolla, una planta invasora que había cubierto las aguas del río Tajo a su paso por el Parque Nacional de Monfragüe, ha desaparecido este sábado y ya aparecen completamente limpias.
Así lo explica la Junta, que señala que la situación cambió este sábado radicalmente y, tal y como previeron los expertos, “la especie una vez cumple su ciclo, muere y desaparece”.
Hoy apenas hay rastro de la presencia de la planta invasora que ha proliferado en los últimos días, cubriendo casi toda la superficie de los embalses.
El Ejecutivo regional ha apoyado su información con una docena de imágenes de diferentes tramos de río tomadas el sábado, como la curva del Tiétar antes de su desembocadura en el Tajo o de las inmediaciones de la presa Torrejón-Tajo, en las que se ven las aguas limpias.
No obstante se mantendrán las medidas de vigilancia y control por parte de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, explica en una nota de prensa.
Organizaciones ecologistas y partidos políticos han pedido las últimas semanas al Gobierno central y autonómico medidas para erradicar este helecho de agua.