Francisco Espinosa Maestre es uno de los principales historiadores españoles sobre el siglo XX y, especialmente, sobre la represión franquista durante la guerra y tras ella. Con su veintena larga de libros, y dos centenares de artículos, ha puesto al descubierto la atrocidad de la represión ejercida en el sur de España por los sublevados y sus partidarios, y ha contribuido de manera decisiva al vuelco historiográfico que durante los últimos treinta años se le ha dado al conocimiento de la II República, la Guerra Civil y el primer franquismo en España.
Acaba de publicarse el vigésimo cuarto libro de la producción bibliográfica de este historiador extremeño (Villafranca de los Barros, 1954). Se trata de 1936. La columna camino de Madrid. Yagüe, Varela y las «Normas» del padre Huidobro. Aunque, habitualmente, Espinosa publica sus libros en la editorial Crítica, en esta ocasión ha optado por una pequeña casa extremeña: La Moderna, que sostiene desde Galisteo, un pueblo cacereño, el escritor David Matías.
Historiador de fuentes primarias y secundarias, la labor investigadora de base de Francisco Espinosa se ha centrado en las provincias de Badajoz, Huelva, Sevilla, Córdoba y Cádiz. Es autor de obras emblemáticas sobre la guerra y la represión en esta zona como La guerra civil en Huelva, (1996), La columna de la muerte (2003) o La Primavera del Frente Popular (2007). Uno de sus últimos libros lo ha escrito junto a Ángel Viñas y Guillermo Portilla: Castigar a los rojos. Acedo Colunga, el gran arquitecto de la represión franquista (Barcelona, Crítica, 2022).
Además de estos libros capitales, Espinosa ha recopilado artículos e investigaciones más breves en varios volúmenes, en los que ha entrado al trapo en el debate memorialístico, rebatiendo u homenajeando a historiadores, discutiendo con periodistas, interpelando a políticos y cuestionando a jueces o a novelistas.
1936. La columna camino de Madrid es un libro distinto. Es una de sus obras más ensayísticas. No es ni el Espinosa publicista de la memoria —que se involucra en controversias actuales— ni el historiador de investigaciones de base —que nos ofrece detallados repertorios de datos e identidades que convierten sus libros en manuales de consulta. En esta ocasión se trata de un ensayo de historia que desde un personaje concreto traza el relato de unos meses fundamentales de la historia de España. Pero no pretende exhaustividad; se sirve del personaje solo como sugerencia para lo que pretende narrar: los rasgos de la represión franquista de 1936. Se trata del caso del padre Huidobro, un jesuita español filonazi que, a pesar de incorporarse como capellán a los tercios que suben hacia Madrid, acaba sorprendido por la brutalidad de las tropas franquistas en su avance y hace llegar a las autoridades sublevadas unas «Normas» para evitarlas. Tras algunas complacencias iniciales, su osadía le acaba costando un tiro en la cabeza el 11 de abril de 1937. Aunque llegó a iniciarse a finales de los años cuarenta un proceso de beatificación, el asunto se paró al saberse que posiblemente su muerte no debió a un trozo de metralla rusa, como se pensaba, sino que quizá hubiera sido víctima de los propios franquistas. El caso lo mencionó en uno de sus libros en 1977 el monje benedictino y benemérito historiador Hilari Raguer (1928-2020), pero fue el hispanista Paul Preston quien primero sugirió, en El Holocausto Español (2011), que Huidobro había muerto por la espalda y por uno de los suyos.
A partir de este caso, Espinosa aprovecha para narrarnos la subida de las columna de militares de Mérida a Madrid, retomando la marcha que iniciara en La columna de la muerte, en la que con otro tono narraba la salida de las columnas militares expedicionarias desde Sevilla a Badajoz. Este libro da por supuesto un conocimiento sobre la trama básica por parte quien lo lee, y le añade detalles de mucha importancia, como el número de magrebíes trasladados a la península y, entre estos, los fallecidos y heridos; los vuelos que con asistencia alemana e italiana los llevaron a España, en lo que cierta historiografía bélica ha enaltecido como el «primer raid aéreo de la historia», o los bombardeos de poblaciones civiles. Espinosa ofrece circunstancias espeluznantes sobre la actuación de los falangistas canarios en la toma de pueblos de Toledo, el lanzamiento de granadas contra heridos que reposaban en hospitales, las piras de cadáveres humeantes… y nos describe las andanzas de algunos de los personajes que rodeaban a jefes militares como Yagüe o Varela.
1936. La columna camino de Madrid es también un libro formalmente distinto. Más breve que los habituales voluminosos libros de Espinosa, va acompañado de un anexo con cuarenta fotografías y se complementa al final con una adenda firmada por otro autor, Jorge Arévalo Crespo, profesor de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Sevilla y experto en interpretación en patrimonio cultural. En este apéndice, titulado «Agosto del 36 en Llerena», Arévalo analiza dos de las series de fotografías más impactantes sobre la represión franquista: las pertenecientes a la colección del portugués José Pacheco Pereira y las proporcionada por el llerenense Luis Garraín Villa, todas ellas relacionadas con los fusilamientos en esta ciudad extremeña y realizadas por un fotógrafo portugués de quien no se sabe el nombre. Arévalo las desmenuza y plantea diversas hipótesis sobre su localización y otras circunstancias.
Las fotografías y textos de 1936. La columna camino de Madrid forman un breve pero soberbio ejemplo de la mejor historiografía actual sobre 1936, un año clave en la historia contemporánea española que, a pesar de disponer de una enorme bibliografía, logra con este librito —que prologa Paul Preston— un nuevo hito de novedad y solvencia.
1936. La columna camino de Madrid se presentó en Zafra el pasado 1 de diciembre en un acto organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica “José González Barrero”, radicada en Zafra (Badajoz), al que Espinosa, que asistió al acto por videoconferencia, está muy vinculado pues le ha encomendado la catalogación de su biblioteca y archivo como paso previo a la cesión a uno de los municipios del sur extremeño.
Ese día se presentó también la web de la BIBLIOTECA DE LA MEMORIA HISTÓRICA «FRANCISCO ESPINOSA MAESTRE» [https://bibliotecafranciscoespinosa.es/] y se anunció por la asociación el inicio de una campaña para proponerle a la Medalla de Extremadura en 2024.
1936. La columna camino de Madrid. Yagüe, Varela y las «Normas» del padre Huidobro
Francisco Espinosa Maestre
Prólogo de Paul Preston
Apéndice sobre «Agosto del 36 en Llerena»
de Jorge Arévalo Crespo
La Moderna
(Galisteo, Cáceres, 2023)