Como ya decíamos, el Tratado de Comercio e Inversión Transatlántico (TTIP) es semejante a un prisma, ya que afecta a muchos e importantes aspectos de nuestra vida. Es por eso que se impone la necesidad de hablar de él, difundirlo entre nuestras amistades, en nuestras conversaciones casuales o en las cenas familiares. Porque de llegar a hacerse con el control de nuestro sistema comercial, nuestra vida, la de las personas corrientes comenzará un retroceso social tal vez comparable al que sufrieron las ciudades romanas a la llegada de los pueblos bárbaros.
Creo que después de haber expuesto la semana pasada las consecuencias de la implementación de ISDS (del inglés investor-state dispute settlement) ese sistema de arbitraje internacional entre los mercados y los estados, pero saltándose las instituciones nacionales, nos toca hablar de empleo ya que el paro es ese problema que siempre ocupa nuestras prioridades en todas las encuestas, por lo que es razonable preguntarse ¿como afecta el TTIP al empleo? Pero sobre todo, es importante hacer bien las cuentas porque el empleo es el chantaje con el que nos manipulan más frecuentemente.
Este año el Parlamento Europeo ha publicado un estudio que han elaborado desde sus servicios de investigación y que esta disponible para leer en este enlace: http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2016/578984/IPOL_STU(2016)578984_EN.pdf
Como suele suceder en este tipo de estudios que barajan tantas variables, las conclusiones no son claras. A veces las personas de a pie tenemos la sensación de que el lenguaje oficial de las administraciones públicas es la ambigüedad, pero si nos vamos a la página 41 podemos leer lo siguiente: “Es muy probable que el TTIP implique un ajuste muy costoso para las/os trabajadoras/es.”
En la pagina 10 nos dice:
“ ... en la mayoría de los estudios cuantitativos sobre el impacto del TTIP muy pocos de ellos incluyen estimaciones sobre su influencia en el número total de trabajos. (…) Más bien se centran en el aumento de la eficiencia a largo plazo y aventuran que ello se traducirá en un aumento salarial y precios más bajos.”
Pero, ¿y si miramos desde el interés de la persona trabajadora? La pobreza lleva aumentando en la UE desde 2007 pero las corporaciones están buscando el modo de optimizar sus beneficios, por lo que el riesgo en el proceso es la pérdida de protección laboral y ya sabemos que han creado el mecanismo que les permitirá presionar a nuestros gobiernos. Traducido en cifras ese ajuste significa la pérdida en los países de la Unión Europa de más de un millón de puestos de trabajo. Y también para USA salen mal las cuentas, pues se calcula que los puestos de trabajo que se pueden perder allí están sobre los 715.000. Pero lo más duro es que se reconoce que estas personas desempleadas, no van a lograr nuevos empleos.
Y para terminar apliquemos una mirada con perspectiva de genero. Es suficientemente conocida la situación de precariedad de la mayoría de las mujeres en Europa, pero si necesitan datos actualizados, estos días ha visto la luz el informe “Más visibilidad de las mujeres en la Europa 2020” que han realizado Graciela Malgenisi (EAPN -Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social España) y Letizi Cesarini-Sforza (EAPN Italia) con datos y testimonios de ambos países. Los porcentajes indican que el 24,2% de la población de la UE se encuentra actualmente en riesgo de pobreza o exclusión social, siendo el 26% mujeres, frente al 23,9% de hombres.
Sin embargo también escucharán voces que defienden lo contrario, y nos dicen que la implantación del TTIP creará en España 350.000 nuevos empleos en un plazo de cinco años. Esto lo hacen basándose en el Modelo de Equilibro General Computable CGE por sus siglas en inglés (Computable General Equilibrium) que se calibra en una computadora, aplicando las variables que se desea analizar desde un supuesto que parte de una premisa sencilla, pero carente de lógica, la economía de una nación como un espacio cerrado. Para construir la plataforma virtual que permita calibrar el modelo CGE a estudiar, se construye un paisaje económico sobre cuatro premisas que establecen un “equilibrio general”: a) las demandas igualan a las ofertas en todos los mercados; b) ningún sector productivo tiene beneficios positivos; c) todos los agentes supuestos cumplen con su restricción presupuestaria; y d) el sector externo de la economía está equilibrado. ¿Donde se ha visto algo así en el día a día de la economía capitalista?
Cualquier persona puede ver que este modelo es una manipulación y no logro entender, como es posible, que concienzudos economistas y prestigiosos estadistas nos quieran engañar con mentiras tan simples. Pero lo hacen.
Mi sugerencia para ellos y para ustedes; lean “Si las mujeres contaran” (If Women Counted) de la economista Marilyn Waring (1988) y empecemos a poner en los balances monetarios todo el trabajo que las mujeres entregamos gratuitamente, y que esas cuentas pasen al libro del Debe de las corporaciones, sólo entonces podremos hablar de cuentas claras.