El entorno de la basílica de Santa Eulalia será uno de los grandes exponentes de la reivindicación de Mérida como cuna del cristianismo en la Península Ibérica, especialmente en el Año Jubilar Eulaliense (2023), en el que la ciudad espera la llegada de los visitantes.
Para tal fin, el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna,y el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, han firmado un convenio de permuta de los terrenos del atrio de la basílica, propiedad de la Iglesia, por unos municipales ubicados en las traseras del citado templo.
El objetivo es dotar a esta iglesia de todos los servicios necesarios para los peregrinos que lleguen a la ciudad “y que ya están llegando”, ha afirmado Rodríguez Osuna, además de un “centro de interpretación de la historia de Santa Eulalia” [ya existe uno en el mismo lugar].
El siguiente paso es la redacción del proyecto de creación de una gran plaza, con iluminación artística, y el desarrollo de los citados servicios dotacionales en la parte trasera del templo.
El Ayuntamiento urbanizará todo el perímetro de la basílica para que se incorpore como espacio turístico de primer orden. “En definitiva, nuestra pequeña Plaza del Obradoiro”, ha dicho el alcalde.
Con esta permuta, ha dicho Osuna, “se rubrica un importante proyecto para la ciudad con la construcción de una gran plaza pública, la cual pondrá en valor el entorno monumental de la basílica de Santa Eulalia y al propio templo”.
Por su parte, Celso Morga se ha congratulado por “el buen entendimiento entre el Ayuntamiento y la Iglesia”, pues permitirá “por poner en valor la basílica, muy importante para toda la iglesia en España y para que se valore desde el punto de vista artístico y de las peregrinaciones”.
Cuna peninsular del cristianismo
Tras remarcar que Santa Eulalia “trasciende mucho más de la fe cristiana”, Rodríguez Osuna ha afirmado que “se trata de un sentimiento de reivindicación de la historia de la ciudad, de la cuna del Cristianismo cuyas primeras comunidades cristianas se asentaron en Mérida en el año 254”.
“Decir que Mérida es la cuna del cristianismo en la península Ibérica no es baladí; afirmar que en los sucesivos años su importancia capital y sede eclesiástica estuvo en Mérida, tampoco, por tanto, hay que reivindicarlo”, ha insistido.
En este sentido, ha recordado que antes del Camino de Santiago estaba el camino eulaliense.
La permuta de terrenos ha sido posible gracias a que los solares que son objeto de permuta “se adquirieron por medio del remanente positivo de tesorería de 2021, y los datos económicos favorables del Ayuntamiento han permitido esta compra de patrimonio que se suma a otras muchas, como el convento de Las Concepcionistas”, ha explicado Rodríguez Osuna.
El arzobispado de Mérida-Badajoz entregará al Ayuntamiento, para la construcción de la citada plaza, el actual atrio de la Basílica, con un total de 1.950 metros cuadrados, que linda con la avenida de Extremadura y terrenos de Renfe, con una superficie de 1.225 metros cuadrados, además del espacio que rodea el ábside de la misma, de 725 metros cuadrados, incluyendo en esta zona el actual Centro de Interpretación de la Iglesia.
Esta última se reserva la propiedad de un espacio en la zona norte del solar, de 454 metros cuadrados, sobre el que se construirá un centro parroquial.
Por su parte, el Ayuntamiento ofrece al Arzobispado, en compensación, una nave construida de 750 metros cuadrados y un edificio de oficinas construido de 104 metros cuadrados en dos plantas.
Además, cederá al Arzobispado 350 metros de suelo edificable. En total, se trata de una superficie de 1.204 metros cuadrados.
El valor de los terrenos permutados ascienda a 239.880,97 euros y es equivalente, con una diferencia de 23,77 euros a favor del Arzobispado. La diferencia en cuanto a los metros cuadrados permutados se debe a que los terrenos que recibe el arzobispado son de mayor valor, pues son edificables y en ellos ya existen edificaciones, han detallado fuentes municipales.
En virtud del convenio aprobado, que será firmado por el Ayuntamiento y el Arzobispo antes de final de año, se garantizará que el atrio y su entorno más próximo, en el que se encuentra el Hornito de Santa Eulalia, puedan seguir albergando actividades de tipo religioso inherentes a la Basílica contigua, así como el uso por parte de Hermandades y Cofradias como viene ocurriendo en la actualidad.