Movilización extremeña por el ferrocarril
La apuesta por el ferrocarril es una de las claves para el futuro de Extremadura. Mejorar la infraestructura ferroviaria para garantizar la movilidad de las personas es un derecho que es preciso garantizar y desde el punto de vista estratégico para nuestro desarrollo regional es esencial mejorar la llegada de personas y la salida de mercancías.
Garantizar la movilidad de las personas nos remite al concepto de ciudadanía al tratarse de un derecho y con ello, saca el debate del exclusivo cálculo de resultados económicos como si de un negocio puro y duro se tratara, como si fuera un kiosco de helados. El ferrocarril mientras no cambie sustancialmente nuestra dimensión geográfica en relación con la población va a ser deficitario, lo cual es consustancial a muchos servicios públicos. Si esto no se asume y el baremo son los resultados económicos positivos de manera directa, lo que hacemos es consentir la discriminación en función del territorio donde se viva. El derecho a la movilidad, para que beneficie a todas las personas, implica que se deben eliminar todas las barreras físicas que dificultan la accesibilidad plena en las estaciones y en los trenes.
Si nos centramos en la estrategia económica de nuestra región, existe un consenso entre agentes económicos y sociales sobre la necesidad imperiosa de mejorar el transporte por ferrocarril para salir del aislamiento, para colocarnos en el mundo, atendiendo prioritariamente a los sectores de mayor oportunidad como es el turismo o la colocación de nuestros productos de manera más rápida económica en los mercados
El sector turístico en sus distintas vertientes: nuestra naturaleza, nuestro patrimonio artístico, nuestros pueblos y ciudades requiere que la llegada a Extremadura sea mucho más cómoda y en menos tiempo. Por otra parte es una necesidad imperiosa dar salida a nuestros productos de manera más competitiva y sobre todo en el caso de los perecederos, de manera más rápida (como es el caso de nuestras frutas y hortalizas).
Para ello es preciso incorporar mejoras especialmente en lo que se refiere a la electrificación, la mejora de vías para abrir la posibilidad de incorporar trenes más rápidos y dotarnos de bases logísticas.
Hay que exigir inversiones pensando en el medio y largo plazo, pero además sabemos que estas inversiones en infraestructuras suponen una inyección inmediata para el empleo y la dinamización de la economía extremeña, economía que sufre el enfriamiento de un periodo de crisis y de políticas de recortes sin piedad.
Es necesario un frente común por el ferrocarril por todo lo dicho, pero además puede ser el símbolo del clamor de la sociedad extremeña por su derecho a estar conectada con el mundo y a las oportunidades.
