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La número dos en la lista de Vara a la Asamblea deja el escaño al sentirse represaliada

La diputada socialista en la Asamblea de Extremadura María de los Ángeles Ugalde ha presentado hoy su renuncia al acta de diputada autonómica, después de que la dirección del Grupo Parlamentario le haya retirado la mayoría de las funciones que desempeñaba en varias comisiones y le haya relegado en el hemiciclo al “último asiento”.

Ugalde, abogada con ejercicio en Badajoz, fue de número dos en la candidatura del PSOE por esa provincia en las elecciones de 2015, tras el cabeza de lista Guillermo Fernández Vara.

“Se me quita para enseñarme la puerta de salida”, ha dicho la diputada que este jueves ratificará en persona su renuncia ante la Mesa de la Asamblea de Extremadura, por lo que ya no se sentará en el pleno ordinario que se celebra posteriormente.

La dirección del Grupo Parlamentario realizó ayer una reordenación de escaños, “y tanto a mí como a la también diputada Eva Pérez nos sientan a cada una en una punta del hemiciclo”, algo que considera “indigno” porque no solo se les relegan de responsabilidades parlamentarias sino que además “quieren que se vea en público el castigo”.

Ugalde respaldó la candidatura de Eva Pérez a la Secretaría General del PSOE extremeño, así como la de Pedro Sánchez a escala federal, y la de Ramón Díaz Farías en la provincia de Badajoz; de las tres solo resultó vencedora la de Sánchez, “aunque en principio se escenificaba que yo también apostaba por un posible perdedor”.

“Vara me dijo ‘quien pierde, pierde’ ”

“Cuando le anuncié al secretario general regional Guillermo Fernández Vara, que apoyaría a Eva Pérez, éste me dijo: quien gana, gana, y quien pierde, pierde”, afirma Ugalde, que entiende que existe “una represalia política”.

Ugalde era portavoz del Grupo Socialista en las comisiones de Administración Pública, Hacienda y Estatuto, entre otros cargos, presidió la comisión de investigación de las cajas de ahorro, y “desde el principio pedí que se me diera más trabajo, pero no se me dio”, razón por lo que abandonó la dedicación exclusiva económica que tenía al Parlamento, y lo hizo compatible con su trabajo de abogada.

“Si no soy útil, para qué voy a estar”, ha preguntado Ugalde, quien afirma que su implicación en lo público “va más allá que tocar un botón (el de votación) y aplaudir”.

“Todo esto viene por haber discrepado del modelo de partido, curiosamente en un partido democrático”. Ugalde cree que las candidaturas que apoyó de Sánchez, Perez y Díaz Farías encarnaban la idea que ella tiene del PSOE: “un partido más participativo y de izquierda, no centrado, yo creo que el PSOE no debe ser de centro”.