Podemos pide una reducción radical del número de altos cargos y de sus sueldos, de manera que el presidente de la Junta pasaría de cobrar 80.000 euros brutos anuales (53.000 netos) como percibe José Antonio Monago en la actualidad, a 27.000, tres veces el salario mínimo interprofesional, equivalentes a 1.946 euros brutos al mes, unos 1.600 netos. Es la cifra que dio ayer el secretario regional de ese partido, Álvaro Jaén, al ser interpelado por los periodistas para que precisara sus reclamaciones en ese aspecto.
Jaén añadió que aunque no re realice, es una reducción del 66% de la que por lo menos “debería hablarse”. Una cantidad que sería también la que ganaran los diputados autonómicos, y el tope impuesto para todo alto cargo.
Una delegación del PSOE, y otra de Podemos, se reunieron ayer durante 55 minutos en un salón de la Asamblea de Extremadura, una cita en la que el candidato socialista a la presidencia de la Junta, Guillermo Fernández Vara, explicó sus principales preocupaciones para sacar de Extremadura de la situación en que se encuentra, y al objeto de obtener los máximos apoyos para el debate de su investidura como presidente de la Junta.
Hoy la cita de Vara es con otro partido que ha obtenido representación en la Asamblea de Extremadura, Ciudadanos, liderado por su única diputada Victoria Domínguez.
La de ayer entre PSOE y Podemos fue una reunión con amplias delegaciones de seis personas por cada parte, ya que el diálogo que los socialistas quieren mantener no se reduce a la sesión de investidura, donde Vara tiene asegurada su elección, sino a la gobernabilidad de la región ya que el PSOE no tiene mayoría absoluta y deberá contar con apoyos, o no despertar rechazos unánimes, en el resto de grupos parlamentarios; dentro de pocos meses habrá que negociar los presupuestos de la Junta de 2016, y para grandes acciones de empleo o política social Fernández Vara quiere contar con el máximo consenso político y social (sindicatos y patronal).
Seis por cada parte
Por parte de los socialistas estuvieron además de Vara los secretarios provinciales Miguel Morales (Cáceres) y Rafael Lemus (Badajoz), además de la secretaria de organización, Ascensión Godoy, la portavoz del partido, Isabel Gil, y la diputada Blanca Martín que será la candidata del PSOE a la presidencia de la Asamblea de Extremadura.
Por el lado de Podemos su secretario regional, Álvaro Jaén, y las también diputadas autonómicas Jara Romero e Irene de Miguel, miembros ambas del consejo ciudadano; Julián Macías, secretario de organización; José Luis Murillo, secretario local del partido en Badajoz, y Manuela Rodríguez, del círculo Podemos de Cañamero y representante en general de esas organizaciones locales.
El PSOE ha querido que no haya nada oculto, e hizo ayer público un enlace en el que se puede ver y descargar completo el vídeo de la reunión. En él se aprecia cómo una de las máximas preocupaciones de los diputados de Podemos es el sueldo del presidente de la Junta y otros altos cargos, ante lo cual Fernández Vara ha dicho que no quiere ser el presidente autonómico que más gane “pero tampoco el que menos”.
La oficina de los ex presidentes de la Junta, o las vinculaciones del PSOE con los bancos son otras interpelaciones que Podemos hizo a Vara, que en ese último punto dijo que “nosotros somos tan independientes de los bancos como mínimo como vosotros”. Al final Álvaro Jaén afirmó que se fue con mal sabor de boca, y acusa a los socialistas de tener un problema de credibilidad.
Pese a eso Vara dijo a los periodistas al término de la reunión que ambos partidos compartían las principales preocupaciones, que él desgranó como el desempleo, la precariedad laboral, la baja cobertura social a los parados, la desigualdad social, o la necesidad de asegurar la financiación de la sanidad y la educación mediante un nuevo sistema de financiación autonómica en el que todas las fuerzas políticas extremeñas deben ir de la mano.
El líder socialista añadió que no le obsesiona llegar a un acuerdo con Podemos para que vote sí a su investidura. El líder de ese partido les reprochó que “tienen un problema de credibilidad”, dudó de que los socialistas vayan a cambiar de verdad, y afirmó que esta es la “penúltima oportunidad” del PSOE para demostrar a los ciudadanos que realmente se ha regenerado.
Dado el distanciamiento existente de momento, no podría esperarse un voto afirmativo de Podemos a la investidura de Vara, y solo un cambio harían que pasaran del actual ‘no’ de hecho, a una abstención.
Jaén duda de que los socialistas vuelvan a ser ejemplares en materia de sueldos y número de altos cargos, o duración de mandatos políticos. Se creerán todo –pidieron a Vara más concreciones—“cuando lo veamos”.
Ambas partes volverán a reunirse dentro de una semana y Podemos quiere que sea en unas viviendas ocupadas, una corrala, existente en la zona de la Algodonera de Mérida.