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El Ayuntamiento de Alburquerque (Badajoz) podría disolverse tras perder la alcaldesa la mayoría absoluta

El equipo de gobierno de Alburquerque (Badajoz) ha perdido este lunes la mayoría absoluta al agotar la lista electoral con cinco miembros, con lo que la Corporación municipal podría disolverse en enero si presentan su renuncia los concejales de la oposición.

En la sesión plenaria celebrada este lunes, solicitada por la oposición (IPAL y PSOE), se ha abordado eliminar el sueldo de la alcaldesa, Marisa Murillo, y el puesto de asesor-portavoz que ostenta el exalcalde Ángel Vadillo. Pero la propuesta no ha salido adelante porque ha tomado posesión de su acta Ángela Estévez y ha pasado a formar parte del equipo de gobierno. De esta forma, aunque la Corporación debe estar formado por 13 concejales, en la actualidad hay diez: cinco del gobierno y cinco en la oposición, pero la alcaldesa cuenta con su voto de calidad.

Las elecciones municipales las ganó el PSOE con 9 concejales, pero en la actualidad solo cuenta con uno, puesto que los ediles del equipo de gobierno pasaron a ser no adscritos después de que en marzo el PSOE expulsara a la alcaldesa por la situación económica del Ayuntamiento y su renuncia a dimitir. En estos meses la lista socialista ha ido pasando y este lunes han renunciado otros dos componentes, con lo que el grupo gobernante ha agotado la lista.

Al término de la sesión, los portavoces de la oposición, Manolo Gutiérrez (IPAL) y Juan Carlos Prieto (PSOE), han explicado que ahora que el Gobierno local no alcanza los siete ediles necesarios para ostentar la mayoría absoluta se presentan dos posibles escenarios “para que Alburquerque comience a revertir esta crisis económica-social y política-institucional”. Uno de ellos sería la renuncia en bloque de los concejales de la oposición, con lo que se disolvería la Corporación al no sumar el grupo gobernante más de la mitad de los ediles , “como la ley exige”.

El segundo sería que el PSOE ganador electoral con 9 concejales y partido que expulsó a Murillo por su mala gestión, asigne nuevos concejales, como le corresponde, para junto a IPAL (cuatro ediles) obtener la mayoría absoluta.

Ambos portavoces han señalado que Murillo ha ganado la batalla por mantener su sueldo y el puesto de asesor de Vadillo, “pero han perdido la guerra para mantenerse en la poltrona”, en palabras de Gutiérrez. Ahora habrá que esperar a que la alcaldesa convoque una sesión extraordinaria y urgente, como les pide la oposición, o al último jueves de enero, como es preceptivo, cuando se celebraría sesión ordinaria.

En ella, como todo indica, se incluiría la renuncia de los concejales de la oposición para que posteriormente se disuelva la Corporación y una gestora de la Diputación de Badajoz tome las riendas del Consistorio hasta la celebración de nuevas elecciones locales.