La continuidad del ministro de Infraestructuras y Vivienda de Portugal, Pedro Nuno, impulsor del plan de modernización del sistema ferroviario que incluye la alta velocidad Lisboa-Oporto, o la que está en construcción entre Évora y Elvas, queda en el aire tras la bomba política que ha explotado este jueves en la capital portuguesa, al desautorizar públicamente, y revocar, el primer ministro Antonio Costa, un comunicado del departamento de Nuno dado en la víspera sobre el nuevo aeropuerto de Lisboa.
La jefatura del Gobierno luso ha hecho público esta mañana un comunicado en el que afirma que Costa ha informado a su ministro de Infraestructuras que revoca el despacho emitido ayer por éste, en el que anunciaba la construcción provisional de un nuevo aeropuerto de Lisboa en la otra margen del Tajo, en Montijo, y el proyecto de una instalación futura y definitiva, más moderna y de mayor capacidad, en otra localidad cercana, Alcochete.
El objetivo es descongestionar el actual aeropuerto urbano de Lisboa, Portela-Humberto Delgado, demasiado céntrico, limitado y saturado de manera que este verano tendrá que rechazar algunas solicitudes de aerolíneas.
El primer ministro Antonio Costa, que ganó a principios de año las elecciones legislativas con mayoría absoluta, justifica la desautorización pública a Pedro Nuno en que la solución futura aeroportuaria para Lisboa debe ser primero comunicada al presidente de la República, Marcelo Rebelo, y además pactada con el principal partido de la oposición, PSD de centro derecha, que este fin de semana contará con un nuevo líder, Luis Montenegro.
“Compete al primer ministro, garantizar la unidad, credibilidad y colegiación de la acción gubernativa”, afirma el comunicado oficial de Antonio Costa de este jueves.
“El primer ministro procederá cuando sea posible”, añade, a escuchar al líder del PSD que toma posesión este fin de semana, “para definir el procedimiento adecuado a una decisión nacional, política, técnica, ambiental y económicamente sustentada”.
Un delfín frenado
El ministro Pedro Nuno Santos era considerado por algunos sectores como delfín o sucesor de Antonio Costa, sin embargo en el último gobierno no ha elevado sus competencias y poder, y el primer ministro le mantiene con la misma cartera. Es impulsor de un plan de modernización completa de la red ferrroviaria portuguesa.
Originario políticamente de la zona de Aveiro y con cargos políticos pasados en Oporto, todo ello en el norte de Portugal, Nuno había iniciado recientemente una ronda de entrevistas con periódicos españoles para hablar entre otros temas de las conexiones ferroviarias internacionales de los dos países ibéricos, limitadas actualmente a unos modestos servicios Oporto-Vigo y Entroncamento (en el centro del país)-Badajoz.
No hay conexión directa sin trasbordos Madrid-Lisboa, interrumpidas hace dos años por la pandemia, y el Ministerio luso trata de convencer a su homólogo español de restablecerla por Salamanca, pero con el objetivo prioritario para los portugueses de comunicar con Hendaya y Francia.
España propone por contra una relación Madrid-Badajoz-Entroncamento-Lisboa.