Carlos Carlos: “La gente quiere vivir en los pueblos y, si somos capaces de aprovecharlo, accederemos a un nicho de empleo importante”
Carlos Carlos Rodríguez (Calzadilla, 1959) es el nuevo presidente de la Diputación de Cáceres desde el pasado 12 de enero, cuando fue elegido tras el fallecimiento de su compañera, Charo Cordero. Detrás tiene una larga experiencia en política y como gestor público, y delante un futuro con un escenario marcado por la crisis sanitaria y la reconstrucción social y económica. Asegura conocer las necesidades de los municipios de la provincia, al tiempo que ha apostado por “estar más cerca de los ayuntamientos” con la remodelación del equipo de gobierno de la institución.
Esta semana ha tomado posesión como presidente de la Diputación de Cáceres como consecuencia del fallecimiento de su compañera Charo Cordero, ¿cómo se encuentra?
Los sentimientos son agridulces. Estos golpes que no llegamos a entender nos tienen que dar la suficiente fortaleza para mirar hacia adelante, continuar con la tarea y normalizar la vida institucional de la Diputación de Cáceres. Así es la vida y tenemos que afrontarla. El equipo de gobierno está unido y lo ha estado en este año complicado que ha acabado con el triste desenlace de la presidenta, pero tenemos las líneas marcadas y hay que mirar hacia el futuro y continuar lo que se inició.
Precisamente en la toma de posesión afirmó que sería una gestión continuista. ¿Cuáles son los retos y cómo se van a gestionar por el nuevo equipo de gobierno?
El equipo no ha tenido cambios sustanciales, sino ajustes en función del movimiento que ha habido al pasar yo, que era vicepresidente primero y llevaba el área de Economía y Hacienda a la Presidencia de la institución. La vicepresidenta tercera, que llevaba Personal es vicepresidenta segunda con Hacienda, asesoramiento municipal y coordina la política social para darle más relevancia.
El otro cambio ha sido que Personal está cubierta por Tomás Sánchez, que pasa a ser vicepresidente primero. Y en ese área también se ha cambiado la gestión para darle un ambiente y una dinámica distinta a la que había.
La vicepresidencia primera ha sido ocupada por la segunda y se da más relevancia a Portavocía, que ocupa la vicepresidencia tercera para estar más cerca de los ayuntamientos como exige esta pandemia. Y, además, imprenta, comunicaciones y boletín han pasado a Presidencia.
Hay dos cuestiones primordiales ahora para todos los gobiernos, que son la gestión de la crisis sanitaria y la reconstrucción económica y social. ¿Qué papel tienen las diputaciones provinciales a la hora de gestionar estos dos grandes retos a los que nunca se han enfrentado?
En primer lugar, vamos a trabajar en los retos que se marcaron en 2019 al inicio de esta legislatura porque no hay motivo para cambiarlos. Como dije en la toma de posesión son cuatro ejes: la igualdad, la inclusión, el desarrollo sostenible con hincapié en la lucha contra la despoblación, y el equilibrio territorial entre lo urbano y lo rural. Ahora añado dos más, dadas por la situación dramática que vivimos en todos los niveles: la pandemia y el tratar de captar fondos de recuperación y resiliencia que Europa va a poner en manos de los Gobiernos nacionales para tratar de reconstruir la actividad socioeconómica y laboral de toda la provincia.
Pero el principal reto es derrotar al virus y es un reto de los extremeños y también individual. Las administraciones tienen que regular y poner el dinero suficiente para ayudar al sector productivo, pero el objetivo principal y el proyecto unitario de los extremeños y de los cacereños es la lucha contra el virus para superar la crisis sanitaria y los problemas sociales y económicos que derivan.
Hay ayuntamientos que necesitan ayudas pero también están los pequeños empresarios y los autónomos
La Diputación va a estar con los municipios y con sus ayuntamientos a la hora de poner dinero a su disposición para cubrir los costes extraordinarios con motivo de la pandemia. Digo ayuntamientos pero también pequeños y medianos empresarios.
En mayo de 2020 pusimos en marcha el Plan Reactiva con 90 millones de euros, pero ten en cuenta que el presupuesto consolidado de la Diputación es de 167 millones. El Reactiva se ejecutó en 2020 con distintos programas para luchar contra la COVID y tiene continuación en 2021. El dinero del remanente suplementará partidas presupuestarias en función de cómo evolucione la pandemia. Y para esto estamos muy en contacto con el sector privado y los distintos sectores productivos. A la Diputación de Cáceres no le ha costado esfuerzo ir en 2021 a una operación de crédito de 30 millones para financiar y potenciar las actividades que son necesarias para la lucha contra la pandemia para estar con los ayuntamientos, los comercios, los autónomos…. Esto ha sido posible por una situación económica saneada. En breve, saldrá publicado el concurso para que las entidades financieras puedan presentar sus propuestas.
¿En qué proyectos trabaja la Diputación? ¿Qué hoja de ruta sigue para obtener esos fondos?
La Diputación de forma coordinada ha hecho un estudio de qué necesidades tiene la provincia, qué proyectos podría estar dentro de la filosofía de los fondos de reconstrucción. Hemos diseñado proyectos productivos para impulsar el desarrollo de la provincia y reconstruir el tejido empresarial, social y laboral como consecuencia de la crisis. A finales de diciembre se terminó un documento que se ha presentado a una convocatoria del Ministerio de Transición Ecológica denominada Declaración de Interés. Son algo más de 50 proyectos y tienen que valorar si cumplen los requisitos. Nosotros estimamos que sí cumplimos todos los criterios. Pero no quiero crear falsas expectativas. Hemos hecho nuestro trabajo y nuestra planificación y son proyectos esenciales para un desarrollo sostenible, por lo que vamos a utilizarlos para presentarlos donde consideremos que pueden tener cabida. En este sentido, también nos servirá para presentar a la Junta de Extremadura, cuando haga su planificación de proyectos de inversión. También sería documento base para tener planificadas las inversiones y no estar inventando porque es una hoja de ruta estudiada por parte de todas las áreas de gestión de la Diputación. Es decir, es lo que pensamos que debemos ejecutar en la provincia. Por lo tanto, que vienen fondos europeos, mejor porque nos liberaría dinero de los presupuestos para financiar otro tipo de proyectos. Y si no, se pueden temporalizar acciones de esa hoja de ruta para hacerlo con fondos propios.
Cree que la pandemia ha puesto el foco sobre el medio rural, ¿hemos necesitado una pandemia para que se ponga en valor? El confinamiento de primavera hizo mirar a esas zonas menos pobladas por su calidad de vida y se comenzó a hablar de las ventajas del mundo rural sobre el urbano.
Claro. A nadie se le puede escapar que la pandemia va a cambiar muchas cosas de la vida que conocíamos hasta ahora. Una de ellas es el sistema productivo, de hecho los fondos de Europa vienen con la filosofía de un objetivo primordial, que es el desarrollo. La pandemia ha evidenciado que las zonas rurales son zonas limpias, medioambientalmente sostenibles porque en Extremadura se ha hecho una buena política. También se ha comprobado que la gente quiere vivir en los pueblos y se ha abierto una expectativa nueva porque, si somos capaces de llegar a zonas rurales con las infraestructuras necesarias en cuanto a nuevas tecnologías, probablemente estaremos accediendo a un nicho de empleo importante en estas áreas. El teletrabajo es posible como ha dejado de ver la pandemia. La Diputación llevó la fibra a los municipios hace algunos años y los operadores también han accedido a proyectos del Ministerio para llevar redes a las zonas rurales. Por lo tanto, es un nicho de empleo que puede servirnos para proyectos concretos que nosotros hemos presentado y, en consecuencia, poder ofrecer trabajo y calidad de vida con perspectivas muy favorables en las zonas rurales. También hay que buscar la colaboración público-privada para llegar donde no puedan llegar las operadoras.
Hablando de desarrollo, Extremadura y Portugal no pueden darse la espalda, deben entenderse y, sin embargo, hay una población en la frontera que no tiene acceso al país vecino a pesar de ser una infraestructura demandada por los vecinos y un asunto que el Defensor del Pueblo pidió a todas las Administraciones que solucionaran. ¿Qué pasa con el puente de Cedillo?
Tienes razón, Extremadura no puede estar de espalda a Portugal y no puede existir una raya que delimite un territorio y otro. Hoy, que hablamos de que desaparezcan las fronteras a través de las Nuevas Tecnologías, hay una zona de Extremadura que no puede pasar de un lado a otro, que para hacerlo hay que dar un rodeo de 100 kilómetros. Pero también hay que recordar que ese puente tuvo dinero en 2011-2015 y por circunstancias políticas y casi personales no se hizo el puente. La Diputación y la Junta hemos seguidos trabajando y tenemos proyectos interreg en coordinación con pueblos rayanos así q no se entiende ese punto negro de conexión.
La Diputación apuesta por esa conexión y por acelerar el proyecto. Las últimas noticias es que va a salir adelante y desde la Diputación nos posicionamos totalmente a favor, junto al Ayuntamiento de Cedillo. No podemos estar de espalda a algo que va a contribuir al desarrollo transfronterizo.
La Diputación se ha mostrado a favor de que se siga permitiendo la caza en el Parque Natural de Monfragüe, a pesar de la que la Junta de Extremadura lo descarta. ¿Por qué?
Lo que se venía haciendo el Parque Natural es un sistema para controlar la densidad de la fauna para que no deterioraran la fauna y flora del propio parque. Se ha venido haciendo sin ningún tipo de problema. Siempre han sido acciones cinegéticas. La Junta pretende cambiar el método por otro más eficaz pero, además, se hace sin contar con los ayuntamiento afectados, donde, insisto, no había problemas con esa actividad porque estaba controlada y repercutía en la economía de toda la zona. Todos los municipios estaban de acuerdo en cómo se estaba haciendo. No se pueden cambiar los métodos sin contar con los ayuntamientos afectados. El PSOE provincial también se ha posicionado en este sentido y esta Diputación, como miembro del consejo de dirección del Parque, ha traslado a la Consejería para la Transición Ecológica que nosotros estaremos al lado de los pueblos porque no se pueden cambiar las cosas sin diálogo y porque nuestro papel es estar al lado de ello y defender sus intereses. Ya veremos cómo termina todo esto.
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