El secretario general de CCOO Julián Carretero analiza en una entrevista exclusiva para eldiarioex la situación económica y política de la región a poco más para las próximas elecciones locales.
En esa entrevista que publicará eldiarioex este miércoles, Carretero recuerda que tras las pasadas elecciones pidió públicamente un pacto de gobierno PSOE-IU y ahora al término de la legislatura analiza las consecuencias de la decisión de IU que caminó en otra dirección. Las insoportables cifras del paro, sobre todo del paro juvenil, la polémica en torno a los cursos de formación… son algunos otros aspectos abordados en la entrevista. ¿Está dispuesto el secretario regional de CCOO a sentarse en un Consejo de Gobierno de la Junta? es otra de las preguntas a las que responde Carretero.
Durante el pasado fin de semana, CCOO fue junto con UGT, convocante de una manifestación para exigir que no haya despedidos en Acorex y que desde la Junta se garantice un plan de viabilidad del grupo cooperativo. Sobre este asunto, también se pronuncia el líder de CCOO.
-Este fin de semana su sindicato ha salido a la calle para pedir soluciones para Acorex. En su opinión ¿qué ha sucedido en Acorex para que la mayor empresa extremeña esté al borde de la ruina?
-La crisis ha afectado de manera importante al conjunto del tejido productivo extremeño y Acorex no iba a ser una excepción. Con sacrificios, los trabajadores aportando parte de su salario y los agricultores difiriendo cobros, logra cerrar el año 2012 con beneficio y sobrepasando los 240 millones de facturación.
Esta es la verdad de las cuentas de Acorex de ese año, auditadas y depositadas en el registro mercantil y que hasta ahora nadie ha cuestionado formal ni jurídicamente. Añado también que al finalizar el año doce en Acorex se asociaban 42 cooperativas, más de 6.000 productores y daba empleo directo e indirecto a más de 800 personas.
¿Qué ha pasado desde entonces aquí? Algo sencillo, pero inasumible por vergonzoso y que la sociedad extremeña debe saber: Monago decide conceder préstamos a Acorex (10Millones) para atender sus necesidades financieras, a condición de tener mando en plaza para cambiar directivos y comprar voluntades. Las injerencias de Monago y sus acólitos, en tan sólo dos años, se ha saldado con tres presidentes y directores generales sucesivos, el abandono de las tres cooperativas de mayor tamaño (40%), aumento extremo de deslealtad comercial y desconfianza de agricultores y cooperativas y una nefasta gestión, incontrolada por la Junta a pesar del dinero público que estaba en juego(casi 17 millones) que ha desembocado en la situación actual: caída de facturación en casi 100 millones, pérdidas económicas, deudas millonarias y más de 118 personas amenazadas con un despido eminente.
Siguiendo con el problema de Acorex, dos asuntos relacionados. ¿Soluciones? ¿Responsabilidades?
- A estas alturas las posibles soluciones son complejas y quizás no tanto por las cuestiones económicas, financieras y laborales derivadas, que aunque tampoco son “moco de pavo”, siempre serán más factibles si todos los intereses reman en una misma dirección: Salvar Acorex, que debe coincidir con salvar el máximo empleo en Acorex.
Si la Junta no hubiera forzado la maquinaria de la injerencia y hubiera impedido el revoloteo de ciertos “moscones”, actuando como algunos reiteradamente veníamos reclamando, con dialogo entre las partes, mediación sin alharacas y con pericia, participación de los trabajadores y sus representantes y responsabilidad en el control del dinero público; hoy a buen seguro Acorex no estaría así.
Las soluciones pasan por asumir responsabilidades de las partes concernidas, muy especialmente las de índole política y actuar con humildad y sin prepotencia, desandar algunos de los caminos que se han recorrido en estos dos años, recuperar societariamente el Acorex de 2012, restablecer un clima de confianza y lealtad cooperativa, reformando estatutos si fuera preciso para que los compromisos de comercialización, cobros y pagos, sean reales y penalizados si no se cumplen.
El dinero público que se ha puesto y el que se vaya a poner debe servir para incrementar la actividad cooperativa, la facturación y mantener los puestos de trabajo. Nadie entendería que el dinero público sirviera para despedir masivamente trabajadores de una empresa privada.
Monago debe demostrar a los extremeños que los pasos que ha dado en esta última semana son efectivamente para recuperar una Acorex con mayor actividad y facturación que la actual y en la que se mantendrán los puestos de trabajo por encima de otros intereses y no otra parafernalia propagandística más, de las que acostumbra, para establecer una cortina de homo con la que ganar tiempo hasta las elecciones. ¡Si Acorex cae, Monago debe caer con Acorex!