Cayo Lara se despide este sábado de la dirección de la organización tras un balance de casi ocho años. Ante la prensa ha concretado lo mejor y lo peor de su etapa como coordinador federal de IU.
Reconoce que la abstención de IU que permitió a José Antonio Monago (PP) gobernar Extremadura se encuentra entre “lo peor” de su etapa al frente de la formación.
Se ha referido igualmente a la escisión de la federación madrileña y “haber prescindido de algunos trabajadores de la organización”. Según ha referido, Lara llegó a la coordinación de IU en un tiempo, 2008 y 2009, en el que la organización estaba “fracturada”.
Destaca Cayo Lara que su dirección ha estado marcada por “la movilización” y por haber logrado una formación viva y capaz de concitar confianzas.
Aspectos positivos
Entre otras cuestiones ha resaltado la capacidad de haber presentado numerosas iniciativas parlamentarias para aprobar medidas que mejorasen la calidad de vida de los ciudadanos, así como el 'sinfín' de movilizaciones en la calle en las que ha participado Izquierda Unida.
Ese vigor, en opinión de Lara, ha propiciado que IU incluso haya resistido el empuje de Podemos y cuente hoy con casi un millón de votos, a la espera de que lo suceda en las elecciones del próximo día 26. Se trata de la demostración de que IU ha generado “confianza y hegemonía en sectores importantes de la población”.
Consensos internos
Uno de los trabajos que le ha tocado hacer según ha dicho ha sido el de forjar consensos internos y de búsqueda de popularidad que, a su juicio, ha terminado siendo rentable porque algunas de las propuestas de la organización hoy forman parte del ideario colectivo de muchos sectores de población.
Ha recordado la petición de huelga general o la prohibición de que circularan los billetes de 500 euros para atajar el dinero negro, y en general, “la crítica potente” a los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y la “fragua social” de una alternativa de izquierdas, representativa de las mayorías sociales, de las clases trabajadoras.
Porque, según sus palabras, IU “ha estado en todas las movilizaciones”. Quizá por ello la organización logró 11 escaños en 2011, y con ellos, plantear medidas contra los recortes, contra la reforma laboral “más dura de la democracia”, la del PP, o contra la corrupción.
Esfera personal
En un plano más personal, Lara ha remarcado su esfuerzo por ser “el coordinador federal de todos”, pues en IU conviven diferentes sensibilidades, por haber reducido la deuda de la organización y por haber pugnado para conseguir un partido “útil” a los trabajadores.
Ha añadido que durante su última etapa al frente de la formación ha intentado “facilitar la transición” hacia el liderazgo de quien ha sido y es su apuesta, Alberto Garzón, y por ello, ha actuado del modo “más modesto posible” y sin interferir en decisiones recientes, como la coalición electoral con Podemos.
Por ello, su silencio en medios. Lara se apartará a partir del fin de semana que viene de la actividad política y se entregará a disfrutar de la jubilación cuando le llegue, que será en unos meses. Sin embargo, será un militante más, y aunque no tiene pensado integrar ningún órgano de dirección de IU, sí participará en los actos de campaña que le pidan, porque no podrá apartarse de su vocación: “Si volviera a nacer, volvería a militar en el Partido Comunista y en Izquierda Unida”.