APAG-Extremadura-ASAJA considera que el acuerdo de concertación social suscrito ayer entre la Junta y los agentes sociales y económicos, “da la espalda al campo extremeño” pues, a su juicio, no valora, en su justa medida, el papel de la agricultura y su contribución al desarrollo económico de la región.
En su opinión, la renovación generacional en el campo, la mejora y modernización de las explotaciones, la integración cooperativa y la puesta en marcha de los nuevos regadíos de Monterrubio de la Serena y Tierra de Barros, deberían ser “el centro del diálogo social en torno al sector agrario”.
Al igual que, ha añadido, la modificación de la normativa reguladora de la red ecológica Natura 2000, entre otras muchas materias de igual relevancia social, económica y medioambiental, según recoge en un comunicado de prensa.
Acuerdo “muy limitado”
Para APAG-Extremadura-ASAJA, el acuerdo, con el que se pretenden sentar unas bases sólidas para afianzar la recuperación de la economía, garantizar la creación de empleo digno y seguir avanzando en la reducción de las desigualdades sociales, se presenta en lo referido al campo, “desde su propio origen, muy limitado”.
Opina que no se valora, como debiera, la contribución pasada, presente y futura de la agricultura al desarrollo de Extremadura y a su sostenibilidad, así como su importancia para el conjunto de la sociedad, más destacable aún en las zonas rurales.
Ha mencionado que el diálogo social debe ser “un verdadero instrumento de progreso y prosperidad social, económica y medioambiental” para la región y en lo que al campo se refiere, debe abordar los problemas que asolan al sector y los retos de futuro.
Así, ha criticado que el acuerdo en materia agrícola “se centre en dos únicas cuestiones: la revisión del marco normativo en materia agraria y la elaboración de un llamado plan integral para la producción ecológica en Extremadura”, cuando -ha dicho- “el campo tiene otros muchos problemas, de bastante más envergadura”.
A su juicio, revisar la Ley Agraria de Extremadura no es un objetivo principal del campo extremeño, “ni resulta, en principio, urgente...salvo, claro está, que lo que se pretenda no sea otra cosa que silenciar la voz del campo e impedir el cumplimiento de la previsto en su Título VIII: la celebración de elecciones al campo”.
Escasa agricultura ecológica
Respecto a la agricultura ecológica, la organización entiende que, aun siendo una alternativa interesante al sistema de producción tradicional, a día de hoy, según los datos de INFONATUR, “sólo afecta a 90.000 de las cerca de 3.100.000 hectáreas de superficie agraria que tiene Extremadura, lo que representa tan solo un 3%”.
APAG-Extremadura-ASAJA ha recordado que la agricultura y la ganadería extremeñas suponen un 7,2% del PIB extremeño, por lo que ha exigido al Gobierno extremeño y a los agentes sociales que, a la hora de dialogar sobre el presente y futuro de la región, se tenga en cuenta la opinión del sector agrícola.