La primera medida de carácter económico que afrontaría un gobierno de Fernández Vara sería elaborar un plan de impulso económico regional a corto plazo, para tenerlo en vigor en los primeros cien días.
Con un presupuesto estimado de 150 millones de euros, ese plan pretende promover estímulos a la producción económica, mejorar la financiación empresarial y activar el empleo.
También en ese proyecto se incluye la promesa de simplificar los procedimientos administrativos para el inicio de la actividad empresarial y personalizar la orientación laboral.
En el sector agrario, las propuestas se basan en potenciar los seguros agrarios con ayudas para las pólizas y medidas en sanidad animal y vegetal.